Aunque el estreñimiento es común en todos los grupos de edad, las personas mayores de 65 años son las que más lo sufren. La afección es un problema para menos del 2 por ciento de las personas que no son adultas mayores, pero la tasa es considerablemente más alta en aquellas que tienen 65 años o más.

En general, se piensa que el estreñimiento es menos un problema de digestión y más uno de motilidad, una palabra técnica que se refiere a las contracciones musculares que mueven las heces a través del intestino. Los principales factores que te ponen en riesgo de estreñimiento durante la tercera edad son generalmente los mismos que en las personas más jóvenes: falta de ejercicio, una dieta baja en fibra y poca ingesta de líquidos.

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No obstante, es más probable que te sientas estreñido(a) si:

  1. Tu dieta es muy baja o nula en fibra.
  2. No tomas suficientes líquidos (6 a 8 vasos al día).
  3. Haces menos de 30 minutos de ejercicio al día.
  4. Estás inmóvil o postrado(a) en cama debido a una enfermedad o discapacidad.
  5. A menudo ignoras la necesidad de defecar.
  6. Abusas de laxantes o enemas (inyecciones de líquido en el recto a través de un pequeño tubo).
  7. Tienes síndrome de intestino irritable, también conocido como colon espástico, una afección molesta pero generalmente inofensiva que puede causar episodios alternos de diarrea y estreñimiento.
  8. Tienes cicatrices, tumores u otra afección en el tracto digestivo que impiden que funcione correctamente.
  9. Tienes alguna enfermedad como esclerosis múltiple, lupus, esclerodermia, tiroides hipoactiva o hiperactiva o diabetes, las cuales pueden afectar una amplia gama de funciones corporales.
  10. Tomas ciertos medicamentos, como antihistamínicos, suplementos de hierro, diuréticos, ciertos medicamentos para la presión arterial alta y antiácidos que contienen aluminio y calcio.

RECUERDA: Asegúrate de acudir con tu médico si tu estreñimiento dura más de tres semanas o si has pasado más de cuatro días sin defecar, especialmente si tienes otros síntomas como hinchazón, calambres, dolor y una cantidad inusual de gas.

 

Fuente: Health Day