Los yesos son envolturas rígidas indispensables para la recuperación de un hueso roto, un ligamento desgarrado u otro tejido dañado. Ayudan a aliviar el dolor, al tiempo que reducen la inflamación, manteniendo los extremos rotos juntos y lo más rectos posible.

La cantidad de tiempo que debe usarse un yeso depende del tipo de lesión, así como de la gravedad. A continuación te damos algunos consejos importantes.

  • Utiliza una funda y no mojes el yeso. Puedes cubrir el yeso con una bolsa de plástico y mantenerla en su lugar con una banda elástica durante el baño. También puedes comprar un protector resistente al agua.
  • Evita utilizar materiales improvisados ​​para aliviar la picazón. En su lugar, pregunta a tu médico qué métodos seguros pueden ayudarte.
  • Mantén limpia e hidratada el área alrededor del borde del yeso.
  • Mejora tu circulación a través de movimientos de los dedos, ya sea de las manos o los pies.
  • Consulta a tu médico si el dolor empeora después de la colocación. Un nuevo dolor o entumecimiento puede significar que el yeso está demasiado apretado.

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Recuerda que la clave está en la prevención. Cuídate y evita que tus hijos realicen actividades inadecuadas que fomenten accidentes o lesiones. Si ocurre algún percance y tu hijo se queja de un dolor paralizante, solicita ayuda de inmediato.

 

Vía: Family Doctor