Los mexicanos somos seres alegres por naturaleza. Si bien se ha vinculado esta característica con las tradiciones que nos envuelven, en realidad se encuentra ligada a la genética, según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Bajo esta premisa, podría decirse que somos una población satisfecha con su estilo de vida, en general. De acuerdo con los especialistas, esto tiene un gran peso sobre la salud física, mental y social.
Para obtener estas conclusiones, los científicos se focalizaron en dos componentes clave de la felicidad: la felicidad evaluada —nivel de satisfacción de una persona sobre su vida— y la felicidad experimentada —frecuencia e intensidad de las emociones positivas y negativas—.
Gracias a los testimonios de 50 mil habitantes, de diferentes clases sociales y países, se observó que la felicidad está íntimamente relacionada con la salud integral, luego de considerar otros factores como el sexo, la edad, el nivel educativo, el nivel de ingresos, el estado civil y el lugar de residencia.
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«La mayoría de la evidencia disponible hasta el momento provenía de países de ingresos altos, principalmente europeos y de Estados Unidos, pero nosotros hemos encontrado que esta relación también se da en países de menores ingresos de Asia, África y América Latina. Esto es importante si tenemos en cuenta que el 85% de la población mundial vive en países de ingresos medios y bajos», señaló Marta Miret, autora del artículo publicado en Globalization and Health.
De igual manera, el estudio encontró que las emociones negativas tienen una mayor influencia sobre la salud, en comparación con las emociones positivas. Ante ello, los especialistas aseguran que es esencial vincular los tratamientos físicos con la cuestión emocional. Por ejemplo, pasar menor cantidad de tiempo realizando actividades estresantes, mismas que disminuyen el nivel de felicidad y afectan la salud cardíaca.
Felicidad ¿una cuestión genética?
Los niveles de felicidad de los países del mundo parecen tener una base genética, según una nueva investigación, publicada en el Journal of Happiness Studies. Según el estudio, las personas de países que tienen las calificaciones más altas de felicidad son más propensas a tener una versión específica (alelo) de una variante genética que aumenta el placer sensorial y reduce el dolor.
Entre éstos se encuentra Ghana y Nigeria en África occidental, y los países de la región norte de América Latina, como México y Colombia.
Vía: Hola Doctor
