¿Sabías que la falta de sueño puede hacerte más sensible al dolor? Así lo reveló un estudio publicado en 2019 en la revista The Journal of Neuroscience.

Los investigadores descubrieron que la falta de sueño interfiere con ciertos centros de dolor del cerebro, y puede cambiar la forma en que una persona percibe y reacciona a la incomodidad. En el estudio, los científicos escanearon los cerebros de 25 adultos sanos en dos entornos de sueño: primero, después de que durmieron ocho horas; y nuevamente después de que se mantuvieron despiertos durante 24 a 28 horas. En ambas exploraciones, también recibieron niveles incómodos de calor en las piernas.

Los escaneos mostraron que cuando el grupo tuvo privación del sueño, registró un aumento del 120% en la actividad de su corteza somatosensorial, la región del cerebro que interpreta cómo se siente el dolor. Esto significa que su umbral del dolor era más bajo de lo que había sido después de haber dormido durante ocho horas.

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Asimismo, debido a la falta de sueño, el grupo tuvo una caída del 60% al 90% en la actividad del cuerpo estriado y la ínsula, dos áreas del cerebro que, cuando se activan, suelen amortiguar la percepción del dolor. Los científicos observaron que la privación del sueño hace que el cuerpo sea menos resistente, y que las personas que sufren de dolor generalmente pueden beneficiarse al dormir mejor.

Aunque el tipo de interrupción del sueño que examinó este estudio no es típico, otra investigación demostró que incluso los cambios más sutiles en la calidad del sueño, similares a despertarse repetidamente durante la noche, también están relacionados con sentir más dolor al día siguiente.

 

Vía: Harvard Medical School