La nefrectomía es un procedimiento quirúrgico para extirpar todo o parte de un riñón, así lo indica la Clínica Mayo, en Estados Unidos.

Esta se realiza de dos formas:

  • Nefrectomía radical (completa). Durante una nefrectomía radical, el cirujano urólogo extrae todo el riñón, así como algunas estructuras adicionales que incluyen: parte del tubo que conecta el riñón con la vejiga (uréter) u otras estructuras adyacentes, como la glándula suprarrenal o los ganglios linfáticos.
  • Nefrectomía parcial. En una nefrectomía parcial, también llamada cirugía para preservar el riñón (preservación de la nefrona), el cirujano extrae el tejido enfermo de un riñón y deja el tejido sano en su lugar.

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Es más común que se realice una nefrectomía para tratar el cáncer de riñón o para extirpar un tumor no canceroso (benigno). En algunos casos, una nefrectomía se hace para tratar un riñón enfermo o gravemente dañado. En el caso de una nefrectomía de un donante, el cirujano urólogo extrae un riñón sano de un donante para trasplantarlo a una persona que requiere dicho órgano en funcionamiento.

El cirujano urólogo puede concretar una nefrectomía a través de una única incisión en el abdomen o en el costado (nefrectomía abierta), o mediante una serie de pequeñas incisiones en el abdomen utilizando una cámara y pequeños instrumentos (nefrectomía laparoscópica).

En ciertos casos, estos procedimientos laparoscópicos se llevan a cabo mediante un sistema robótico. En la cirugía robótica, el cirujano se sienta en una consola de computadora cerca de la mesa de operaciones. Él o ella controlan el brazo de la cámara y los brazos mecánicos, los cuales tienen adheridos instrumentos quirúrgicos que trabajan dentro del cuerpo del paciente.

RECUERDA: Si tienes más dudas sobre lo que implica una nefrectomía, consulta a un especialista en salud renal.

 

Vía: Mayo Clinic