meditacionMeditar todos los días podría ayudar en algunos casos aliviar la ansiedad, la depresión y el dolor, según afirman investigadores de la Universidad Johns Hopkins. Muchas personas practican la meditación en un intento de reducir el estrés y los problemas de salud relacionados con éste. Sin embargo, todavía se desconoce a ciencia cierta si esta práctica tiene beneficios reales en la salud.

En un estudio reciente, publicado este mes en la revista JAMA de Medicina Interna, se examinaron 47 estudios previos que investigaron el efecto de la meditación sobre diversas condiciones, entre las que estaban el abuso de sustancias, hábitos alimenticios, el sueño, el dolor, el peso, la depresión y la ansiedad.

“La evidencia con mayor fuerza que encontramos fue moderada en los casos de ansiedad, depresión y dolor, mientras que fue baja en otras condiciones e insuficiente en la mayor parte de los resultados evaluados”, explicó el doctor Madhav Goyal, profesor asistente de Medicina. Sin embargo, aclaró que en pocos de les estudios se incluyeron a personas con diagnóstico clínico de ansiedad o depresión.

La meditación, explicó Goyal, “es un entrenamiento activo de la mente para incrementar la atención, y distintos programas de meditación se aproximan a ello por diversos caminos”. El tipo que parece más prometedor es la meditación de atención plena, que enfatiza la aceptación de los sentimientos y pensamientos sin juzgarlos, y la relajación del cuerpo y la mente. Generalmente se practica de 30 a 40 minutos al día.

El profesor Tony Tang, profesor adjunto en el departamento de psicología de la Universidad Nortwestern en Evanston, Illinois, señala que este análisis es “un resumen útil del estado actual de la investigación sobre la meditación en en la medicina”. Sin embargo, agregó que la meditación basada en mantras populares (incluyendo la meditación trascendental) no mostró ningún beneficio sorbe el placebo y no resultó mejor en ninguna medición que otros tipos de tratamientos activos.

“ Aquí que, a pesar de que son positivos, estos resultados probablemente sean decepcionantes para los entusiastas de la meditación”, consideró Tang.

El análisis incluyó a 3515 participantes, muchos de los cuales recibieron entre 30 y 40 horas de meditación consciente. «Hemos encontrado una mejora del 5 al 10 por ciento en los síntomas de ansiedad en comparación con el grupo placebo» dijo Goyal. «Para la depresión, se encontró una mejoría más o menos 10 a 20 por ciento en los síntomas depresivos en comparación con el grupo placebo. Esto es similar a los efectos de los antidepresivos en poblaciones similares».

La evidencia también tuvo una fuerza moderada en que los programas de meditación pueden ayudar a reducir el dolor. “No había tantos estudios que evaluaran el dolor crónico, por lo que no entendemos para qué tipo de dolor la meditación podría ser más útil”, agregó Goyal.

A pesar así, a pesar de que promete ser de utilidad, la meditación no es una panacea. Ya que se encontró poca o ninguna evidencia de su influencia en el estado ánimo, la atención, en el abuso de sustancias, los hábitos alimenticios, el sueño y el peso, afirmaron los investigadores.

En el lado positivo, subrayó Goya, es que no existen efectos secundarios dañinos que se asocien con la meditación, y ésta se puede practicar junto con otros tratamientos que está recibiendo. “En el contexto de las tradiciones orientales, los programas de meditación que nosotros investigamos serían relativamente cortos, ya que duraron cerca de ocho semanas y con dosis relativamente pequeñas de entrenamiento de meditación”, explicó. “Por lo tanto no sabemos si una mayor cantidad de tiempo de meditación se traduciría en mayores beneficios, lo cual tiene que ser analizado en investigaciones futuras”, dijo el investigador.

Simón Rego, director de capacitación en psicología del Centro Médico Montefiore / Colegio Albert Einstein de Medicina en Nueva York, coincidió con esto. “Parece que en todas las formas de meditación, entre más tiempo pases meditando producirán efectos más grandes”, comentó.

“En otras palabras, la meditación es una habilidad que requiere de la instrucción de un experto y la práctica habitual en la vida cotidiana, así que es posible que, en muchas de las investigaciones que se revisaron, la cantidad de entrenamiento o dosis fueran demasiado pequeñas y con más tiempo, se hubieran tenido mejores resultados”, Rego explica.

Durante las últimas tres décadas, el interés por la meditación ha crecido enormemente en la cultura occidental, incluyendo el sistema de atención de la salud, señaló Rego.

«Muchos profesionales de la salud mental que sostienen que la meditación tiene beneficios incluyen técnicas de meditación como parte de sus tratamientos o se enfocan solamente en enseñar estas técnicas como forma principal para mejorar la salud mental”, dijo.

Vía: HealthDay News