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Los bebés prematuros están más expuestos a padecer afecciones que amenacen su salud integral, e incluso su vida, desde el momento en el que nacen.

Es por ello que los padres de familia y los médicos deben estar al pendiente de estos pequeños, señalaron expertos en salud.

Precisamente uno de los factores que se debe cuidar en los bebés que sobreviven a un nacimiento prematuro es el estrés, encontró una reciente investigación llevada a cabo con el respaldo de los Institutos Canadienses de Investigación sobre la Salud y del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos.

De acuerdo con la investigación, que apareció publicada en la revista especializada The Journal of Child Psychology and Psychiatry, proteger a los bebés prematuros del estrés podría mejorar su salud mental en la adultez.

Nacer con un peso extremadamente bajo -una característica de los bebés prematuros- parece aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud mental cuando estos pequeños pasan a ser adultos, explicó Ryan Van Lieshout, autor del estudio y profesor asistente de psiquiatría y neurociencias conductuales en la Universidad de McMaster, en Ontario, Canadá.

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No obstante, ese riesgo se puede disminuir mediante la reducción de la exposición al acoso y al estrés familiar durante la niñez y la adolescencia de los pequeños, indicó el especialista.

“Nos preocupa que nacer con un tamaño realmente pequeño y ser expuesto a todo ese estrés asociado con el nacimiento prematuro pueda conducir a una amplificación del estrés normal que predisponen a las personas a desarrollar depresión y ansiedad en un momento posterior de la vida”, apuntó.

Para reducir el estrés al que son expuestos estos pequeños, los investigadores recomendaron a los padres de familia no mostrarse afligidos o preocupados frente al niño, así como no exponerlo a situaciones que supongan un aumento en la presión o acoso en el entorno familiar.

Van Lieshout y su equipo de trabajo destacaron que las investigaciones previas han sugerido que los bebés que nacen con un peso extremadamente bajo (1 kilo o menos) parecen enfrentarse a un riesgo más alto que el promedio de desarrollar una enfermedad mental más adelante.

“Si podemos encontrar intervenciones significativas para los supervivientes a un nacimiento con un peso extremadamente bajo, podemos mejorar las vidas de los supervivientes al nacimiento prematuro y, en potencia, prevenir el desarrollo de la depresión y la ansiedad en la adultez”, señaló el experto.

 

Vía: Health Day News