Nuestro país no se caracteriza precisamente por contar con un promedio de estatura alto. Sin embargo, esta condición no se debe a algo ‘normal’, sino más bien a un problema de salud, mismo que, lamentablemente, también es motivo de bullying entre los niños y jóvenes.

El 14% de la población mexicana padece de talla baja, lo cual se refiere a que una persona no cuenta con la estatura que debería tener de acuerdo a su sexo y edad, explicaron un par de especialistas.

Este padecimiento obedece tanto a factores genéticos como a problemas con el desarrollo o incluso enfermedades, es por ello que es de suma importancia detectarlo y atenderlo desde temprana edad de una forma interdisciplinaria, expusieron Óscar Flores Caloca, endocrinólogo pediatra, y Carlos Legoff González, psiquiatra infantil.

Talla baja, por definición, es cuando el niño está por debajo de la estatura promedio de la mayoría de los niños de su edad y sexo. Los papás se pueden dar cuenta fácilmente de su presencia cuando ven que su hijo es primero o segundo de la fila del salón”, indicó Óscar Flores.

La baja estatura se encuentra entre los motivos más frecuentes de bullying en las escuelas del país, lamentó por su parte Carlos Legoff, y agregó que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países con más altos índices de acoso escolar.

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Los especialistas explicaron que existen diversas causas que ocasionan la talla baja en los pequeños, siendo las más frecuentes:

-La talla baja familiar o genética

-Retardo constitucional del crecimiento o desarrollo

-Enfermedades

“El 80% son variantes de la normalidad a las que no se les da tratamiento, solamente se les vigila. En el 20% restante ya entran las enfermedades, que son los pacientes que nos llegan a la consulta del endocrinólogo pediatra”, compartió Óscar Flores.

Las enfermedades que causan la talla baja son “las sistémicas, como problemas renales, pulmonares, cardiacos, gripas, infecciones unidas, cualquiera de ellas. Nos han llegado a la consulta desde niños con parásitos simples, hasta pequeños con tumores en la cabeza”, detalló.

El especialista apuntó que a partir de los 2 años y hasta los 12 se pueden atender y proceder a tratamientos con resultados positivos, a través de la hormona del crecimiento.

Finalmente, ambos expertos exhortaron a los padres de familia a dar un seguimiento constante al crecimiento de sus niños, desde el momento que nacen y hasta llegar a la adolescencia, para detectar una posible talla baja.

 

Vía: Notimex