La epilepsia es una condición neurológica que provoca convulsiones que comienzan en el cerebro. Tan solo en Estados Unidos, casi 3 millones de personas padecen la afección, 470,000 de las cuales son menores de 17 años. Generalmente, los adultos con epilepsia experimentan su primera convulsión durante la infancia o la adolescencia.

La Fundación para la Epilepsia estima que dos tercios de los niños con la condición superan las convulsiones cuando llegan a la adolescencia. La mayoría de ellos pueden eliminar las convulsiones y prevenir los efectos secundarios con un sistema de atención organizado.

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Cabe destacar que la epilepsia no tiene una causa identificable en muchas personas que la desarrollan. No obstante, las posibles causas o factores desencadenantes pueden incluir:

  1. Trastornos del desarrollo, incluido el autismo
  2. Genética, ya que algunos tipos de epilepsia se dan en las familias
  3. Fiebre elevada durante la infancia que conduce a convulsiones, conocidas como convulsiones febriles
  4. Enfermedades infecciosas, incluida la meningitis
  5. Infecciones maternas durante el embarazo
  6. Mala alimentación durante el embarazo
  7. Deficiencia de oxígeno antes o durante el parto
  8. Traumatismo en la cabeza
  9. Tumores o quistes en el cerebro

Ciertos factores pueden desencadenar una convulsión en personas con epilepsia. Los desencadenantes comunes incluyen los siguientes:

  • Excitación
  • Luces intermitentes o parpadeantes
  • Falta de sueño
  • Perder una dosis de medicamento anticonvulsivo
  • En casos raros, música o ruidos fuertes, como campanas de iglesia
  • Saltarse las comidas
  • Estrés

 

Fuente: Medical News Today