Los niños pequeños hacen cosas adorables, pero también caen en conductas desagradables, como hacer berrinches, patear o morder a otros.

A decir de expertos, las mordidas son bastante comunes en la primera infancia. Pese a ello, es importante llegar al fondo del hábito de morder del pequeño, con el fin de erradicar este tipo de comportamiento.

Para comenzar, es crucial tomar en cuenta la edad del menor. Los bebés y los niños pequeños muerden por muchos motivos, como la salida de los dientes o el deseo de explorar un juguete. A medida que comienzan a comprender la relación entre causa y efecto, también llegan a morder a una persona para ver si logran obtener una reacción.

Para los niños pequeños, las mordidas también son una forma de llamar la atención o de expresar cómo se sienten. Si no pueden encontrar las palabras que necesitan con rapidez, o no pueden expresar lo que están sintiendo, tal vez muerdan para pedir atención.

¿Cómo evitar las mordidas?

  1. Primer paso. Mantén la calma y muéstrate firme. Enfrenta al niño diciéndole que está mal y explícale que puede lastimar a los demás. Asegúrate de usar una frase simple y sencilla para que el niño la comprenda.
  2. Segundo paso. Consuela a la víctima. Dirige tu atención a la persona que recibió la mordida, en especial si se trata de otro niño.
  3. Tercer paso. Consuela al niño que mordió, si es necesario. Con frecuencia, los niños pequeños no se dan cuenta de que las mordidas lastiman. Es importante que no refuerces esta conducta negativa si el menor muerde para llamar la atención.
  4. Cuarto paso. Ofrece alternativas. Cuando todo se haya calmado, sugiere alternativas a las mordidas, como usar las palabras para comunicarse con otros.
  5. Quinto paso. Redirecciona. Si el nivel de emociones y energía está muy elevado, o si el niño está aburrido, ayúdalo a poner su atención en una actividad positiva.

 

Vía: Kids Health