Cada niño enfrentará alguno o varios peligros a lo largo de su vida. Por ello, le toca a los padres equipar a sus pequeños con las herramientas necesarias para minimizar cualquier posibilidad de daño.
El Consejo Nacional de Prevención del Delito de Estados Unidos nos ofrece los siguientes consejos:
- Asegúrese de que su hijo(a) siempre sepa cómo comunicarse con usted. Establezca una regla en la que el niño(a) siempre deba pedir permiso antes de asistir a cualquier lugar sin su compañía o la de cualquier otro adulto de confianza.
- Hable con su hijo sobre las áreas que son seguras para jugar, los caminos seguros para viajar y los lugares seguros a los cuales puede ir si, debido a la zona en que habita o en la que se encuentra, es susceptible de hallarse en peligro recurrente.
- Explíquele a su hijo que siempre debe confiar en sus instintos, e inmediatamente buscar ayuda si él o ella se sienten amenazados o asustados.
- Asegúrese de que su hijo(a) entienda que está bien decirle a un adulto ‘no’, incluso si el niño conoce a la persona.
- Promueva que juegue con otros niños en grupos, pues tiende a ser más seguro.
No olvide que, como dice el refrán, “la seguridad es primero”, y eso implica que nuestros hijos estén conscientes de los peligros que diariamente acontecen o podrían acontecer a su alrededor, ya sea en la escuela, en casa, durante el juego, etc.
Conforme van creciendo, los pequeños se van haciendo más independientes, por lo que de un momento a otro, tendremos que irles soltando la mano. Esto genera seguridad y confianza en ellos, permitiendo el adecuado desarrollo tanto de su personalidad, como de sus habilidades sociales y exploratorias del entorno en el que viven. De ahí la importancia de que sepan siempre reconocer un peligro potencial que pueda poner en riesgo su salud, e incluso, su vida.
Vía: HealthDay News
