i-piojosLa higiene personal no se relaciona con los piojos. Estos insectos parasitarios sin alas que viven en las cabezas de las personas y se alimentan de su sangre, son sumamente contagiosos; se propagan fácilmente de persona a persona por contacto directo o por compartir objetos como cepillos para el cabello o toallas.

Quienes con mayor frecuencia adquieren piojos son los niños de 3 a 11 años y sus familias; es la sensación de cosquilleo en el cabello, uno de los signos que aparecen cuando se tiene este problema.

Asimismo, puede presentarse picazón frecuente e Irritación al rascarse.

Para revisar a un niño y saber si tiene este problema, debes sentarlo en una habitación bien iluminada. Los piojos son más fáciles de detectar en la línea del cuello y detrás de las orejas.

Asimismo, tienes que hacer una raya en el pelo de tu hijo en el centro para comenzar a inspeccionar el cuero cabelludo.

Busca movimientos rápidos, movimientos lentos y piojos de color claro; los piojos adultos tienen el tamaño de una semilla de ajonjolí.

Recuerda que también debes buscar sus huevos (liendres), que son más pequeños, casi como una escama de caspa. Tienden a ser de color marrón amarillento o blancos que se adhieren al cuero cabelludo.

Humedece el cabello del niño y utiliza un peine de dientes finos para peinarlo y separarlo por secciones. Limpia el peine en una toalla entre cada sección y revisa la toalla para observar si hay piojos o liendres.

Si detectas este problema, es importante recurrir a un especialista, pues el paso más importante en el tratamiento de los piojos es tratar a la persona –y a sus familiares– con medicinas que maten a estos animales.

Vía: Medline, HealthDay News