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Con tanta capacidad mental absorbida por las necesidades del bebé, puede ser difícil dejar de pensar en la lactancia, los pañales y el sueño para centrarte en algo más estimulante.

Sin embargo, al hacerlo, ejercitas tu mente y ayudas a sentirte un poco más adulta e interesante cada día.

Decide ver las noticias, leer un artículo interesante, escuchar un nuevo podcast o leer un poco de un libro que no sea sobre crianza o sobre bebés cada día, pues tu mente empezará a sentirse más fresca de forma inmediata.

Asimismo, la maternidad puede ser muy aislante, pero ser sociable es esencial para mantener nuestra naturaleza humana.

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Por ello, cada día que te apetezca hablar con alguien, te sentirás mejor que antes.

Aunque una cita en persona con un amigo o pareja suele ser la más gratificante y equilibrante, en ocasiones simplemente no será posible. En esos días, asegúrate de salir de casa y charlar con el barista de la cafetería, escribirle a un viejo amigo o llamar a un familiar para disfrutar de la interacción social.

Si no encuentras el apoyo y la conexión que necesitas, puedes buscar grupos de madres en internet o que haya en tu comunidad.

A veces, conectar con alguien que se identifique con tus preocupaciones y dificultades actuales puede hacer que se sientan más llevaderas.

 

Fuente: Healthline