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Cuando estás embarazada, la nutrición es más importante que nunca. No sólo necesitas una mayor cantidad de nutrientes importantes para tu cuerpo, también los requieres para darle a tu bebé lo necesario para desarrollarse, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

En general, necesitas más ácido fólico, hierro y calcio. ¡Pon atención!

  1. Ácido fólico. El ácido fólico es una vitamina B que puede ayudar a prevenir ciertos defectos congénitos. Antes del embarazo, necesitas 400 microgramos por día. Durante el embarazo y la lactancia, necesitas 600 microgramos por día. Es difícil obtener esta cantidad sólo de alimentos, por lo que debes tomar un suplemento que contenga ácido fólico.
  2. Hierro. El hierro es importante para el crecimiento y desarrollo cerebral del bebé. Durante el embarazo, la cantidad de sangre en el cuerpo aumenta, por lo que necesitas más hierro para ti y tu bebé en crecimiento. Debes recibir 27 miligramos de hierro al día.
  3. Calcio. El calcio durante el embarazo puede reducir el riesgo de preeclampsia, una condición médica grave que causa un aumento repentino de la presión arterial. El calcio también se acumula en los huesos y futuros dientes del bebé.

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También es importante la vitamina D, misma que ayuda al calcio a formar los huesos y dientes del bebé. Todas las mujeres —embarazadas o no— deben recibir 600 unidades internacionales de vitamina D al día.

Considera que tomar demasiado de un suplemento también puede ser perjudicial. Por ejemplo, niveles muy altos de vitamina A pueden causar defectos congénitos. Si vas a tomar vitaminas o suplementos minerales, consulta primero a un profesional de la salud.

¡No olvides las proteínas! Las fuentes saludables de proteínas incluyen frijoles, guisantes, huevos, carnes magras, mariscos, nueces y semillas sin sal.

¿Cuánto debes subir de peso?

La cantidad de calorías que necesitas dependerá de cuánto debes subir de peso. Un profesional de la salud puede decirte cuál debe ser tu meta, en función de tu peso antes del embarazo, tu edad y la rapidez con la que aumentas de peso. 

Si tienes dudas, consulta a un especialista. ¡Cuídate!

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos