La introducción de rutinas previas a la hora de acostarse durante las primeras etapas de vida puede mejorar los hábitos de sueño de tu bebé, así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista Sleep.

Casi 500 nuevas madres fueron encuestadas por primera vez cuando sus bebés tenían 3 meses de edad. Fueron interrogadas nuevamente cuando los niños tenían 12 meses, 18 meses y 24 meses.

Se les preguntó sobre los hábitos de sueño de sus hijos, incluyendo la hora de acostarse y la hora de despertarse, cuánto tiempo tardaban en conciliar el sueño y la cantidad de veces que se despertaban durante la noche.

Las madres también brindaron información sobre actividades relacionadas con la hora de acostarse de sus hijos, como bañarse y cepillarse los dientes, ponerse la pijama, leer o escuchar cuentos y decir buenas noches a los familiares.

Un mayor número de actividades relacionadas con la hora de dormir a los 3 meses de edad se asoció con una mayor duración del sueño a los 12 meses. Del mismo modo, tener más actividades relacionadas con la hora de acostarse a los 12 meses se asoció con un sueño más prolongado y menos problemas de sueño a los 18 y 24 meses.

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«Aunque las rutinas antes de acostarse se han asociado con mejores resultados de sueño para los niños mayores y los adultos, nuestro estudio es uno de los primeros en observar sus efectos en los niños durante los primeros dos años de vida», señaló Barbara Fiese, profesora emérita de desarrollo humano y estudios familiares en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y autora principal del estudio.

«Estos resultados sugieren que desde los 3 meses de edad es importante establecer rutinas simples para la hora de dormir, como leer libros y un horario regular para acostarse, a fin de promover buenos hábitos de sueño a los 2 años», indicó Fiese.

El estudio encontró que la hora de dormir de los niños varió ampliamente, yendo desde las 6 p.m. hasta la medianoche. En promedio, los niños se acostaban alrededor de las 9:30 p.m. a los 3 meses de edad y más cerca de las 9 p.m. a los 24 meses.

Los problemas de sueño aumentaron de alrededor del 5% a los 3 meses a casi el 11% a los 24 meses, mencionó Fiese.

Los despertares nocturnos en los bebés disminuyeron de más del 43% a los 3 meses a poco más del 15% a los 24 meses.

Y las niñas tuvieron más probabilidades que los niños de tener problemas para dormir a los 12 meses. También mostraron más vigilia nocturna a los 24 meses, halló el estudio.

 

Fuente: Health Day News