Un nuevo estudio publicado esta semana en la revista New England Journal of Medicine muestra que el contacto inmediato y continuo piel con piel con la madre reduce el riesgo de muerte para los recién nacidos de bajo peso (generalmente prematuros) en las naciones más pobres.

«La idea de dar contacto piel a piel inmediatamente después del parto a bebés muy pequeños e inestables ha encontrado una resistencia bastante fuerte, pero alrededor del 75% de las muertes ocurren antes de que se considere que el bebé está suficientemente estable», indicó el doctor Nils Bergman, investigador del Departamento de Salud de la Mujer y el Niño del Instituto Karolinska, en Suecia, y autor del estudio.

Entonces, ¿separar a una madre de su pequeño recién nacido necesariamente ayuda al bebé?

Para averiguarlo, el equipo sueco examinó a más de 3,200 bebés con un peso al nacer de 1 a 1.8 kilos nacidos en cinco hospitales universitarios de Ghana, India, Malawi, Nigeria y Tanzania, donde las tasas de mortalidad de bebés de bajo peso oscilan entre el 20% y 30%.

Algunos bebés recibieron contacto piel con piel inmediato y continuo con su madre (atención madre canguro inmediata [iKMC, por sus siglas en inglés]) en una unidad neonatal donde las madres también recibieron su atención médica.

Conoce más: 4 complicaciones de salud durante el embarazo que afectan la salud cardíaca en el futuro

Mientras tanto, un grupo control de bebés recibió atención estándar, en la que ellos y sus madres fueron atendidos en unidades separadas y solo se reunieron para alimentarlos.

Tan pronto como los bebés de ambos grupos se estabilizaron lo suficiente, ellos y sus madres fueron trasladados a la unidad iKMC regular.

Durante las primeras 72 horas, los bebés del grupo iKMC recibieron aproximadamente 17 horas de contacto piel con piel al día, en comparación con 1.5 horas en el grupo control.

En los primeros 28 días, las tasas de muerte fueron del 12% en el grupo iKMC y del 15.7% en el grupo control, una diferencia del 25%.

Los investigadores también hallaron que significativamente menos bebés en el grupo iKMC tuvieron una baja temperatura corporal o envenenamiento bacteriano de la sangre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualmente recomienda comenzar el contacto piel a piel tan pronto como un recién nacido de bajo peso esté lo suficientemente estable, lo que para aquellos que pesan menos de 2 kilos al nacer normalmente toma varios días. Pero la OMS actualmente se encuentra revisando esta directriz, señalaron los investigadores.

«El mensaje principal es que los recién nacidos de bajo peso deben recibir contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento y posteriormente en una unidad de cuidados compartidos madre-hijo, donde las madres y los bebés son atendidos juntos sin que tengan que separarse», destacó el doctor Björn Westrup, autor del estudio. «Nuestros resultados sugieren que este modelo de atención, que en sí mismo no requiere recursos, podría tener efectos significativos en la salud».

 

Fuente: Health Day News