Un embarazo normal dura aproximadamente 40 semanas. Aunque la mayoría de las mujeres embarazadas comienzan el trabajo de parto en la semana 40, algunas lo hacen un poco antes. El trabajo de parto prematuro se caracteriza por contracciones que comienzan a abrir el cuello uterino antes de la semana 37 de embarazo.

Dicho trabajo de parto puede provocar un nacimiento prematuro, lo que plantea muchos riesgos para el bebé. Los bebés prematuros generalmente necesitan atención adicional después de nacer y, en ocasiones, desarrollan problemas de salud a largo plazo que pueden afectarlos durante toda su vida. Cuanto antes nazca un bebé en el embarazo, más probabilidades tendrá de desarrollar discapacidades físicas o mentales.

Cabe destacar que el trabajo de parto prematuro ocurre en aproximadamente el 12 por ciento de los embarazos. La causa de este no siempre se conoce, pero existen ciertos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de un parto prematuro.

Conoce más: 3 micronutrientes que tu cuerpo necesita durante el embarazo

Factores de riesgo

Cualquier mujer embarazada puede tener un parto prematuro, incluso si lo hizo todo bien durante el embarazo. No obstante, ciertos factores pueden hacer que algunas mujeres sean más propensas que otras a comenzar el parto y dar a luz antes de tiempo. Tales factores de riesgo incluyen los siguientes:

  1. Gestación múltiple (más de un bebé en el útero)
  2. Antecedentes de parto prematuro
  3. Sangrado vaginal en pleno embarazo
  4. Infección
  5. Polihidramnios (una cantidad excesiva de líquido amniótico que rodea al bebé)
  6. Problemas con el cuello uterino
  7. Problemas con el útero
  8. Ciertas condiciones genéticas
  9. Uso de sustancias adictivas y alcohol
  10. Acceso limitado a la atención prenatal

RECUERDA: La mayoría de las mujeres con estos factores de riesgo llevarán su embarazo a término. Sin embargo, es recomendable estar al tanto de tu riesgo para que tu doctor pueda evaluarlo a fondo y controlarlo de cerca.

 

Fuente: Healthline