La alimentación, como pilar clave de una adecuada salud integral, tiene una importancia sorprendente en cuanto a la prevención de diversas enfermedades se refiere. Y la gastronomía mexicana cuenta con alimentos de sobra para garantizar una dieta saludable, siendo el frijol un protagonista principal.
Desde tiempos remotos, el frijol ha sido una piedra angular en la alimentación de los mexicanos. No obstante, en los últimos años su consumo se ha visto desplazado por alimentos procesados, lamentó Rolando Giovanni Díaz Zavala, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Nutricionales de la Universidad de Sonora (Unison).
El experto subrayó que la prevalencia actual de enfermedades como la diabetes, hipertensión y obesidad, podrían ser combatidas fácilmente con medidas preventivas como regresar a la mesa el consumo de frijol como alimento principal.
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Destacó que la prevención de estas enfermedades solo puede consolidarse regresando a unos hábitos saludables que incluyan una mayor cantidad de alimentos naturales, y aumentando los niveles de actividad física.
Beneficios
Entre los principales aportes a la salud que otorga el consumo frecuente de frijoles se encuentran:
1. Son fuente importante de carbohidratos complejos, proteínas, vitaminas, minerales y fibra.
2. Tienen un bajo contenido de grasa y no contienen colesterol.
3. Sus carbohidratos complejos se absorben más lentamente que los simples (azúcar, dulces, mieles), por lo que ayudan a prevenir aumentos abruptos en los niveles de azúcar en la sangre.
4. Tienen alto contenido de tiamina, riboflavina y niacina, nutrientes necesarios para la producción de energía.
5. Contienen ácido fólico, el cual es primordial para la formación y maduración de las células, siendo fundamental durante el embarazo.
Recomendaciones adicionales
Otros consejos que Díaz Zavala recomendó seguir son:
-Eliminar o reducir al máximo el consumo de azúcar, comida chatarra y embutidos.
-Hacer ejercicio de forma frecuente. “El sedentarismo afecta la síntesis de las proteínas, aumenta la resistencia a la insulina, afecta a la salud mental, aumenta el riesgo de padecer obesidad y afecta severamente a la salud ósea”, subrayó.
-Comer más alimentos naturales como frutas, verduras, avena, cereales integrales y oleaginosas (almendras, nueces, semillas, cacahuate).
