tecnofilia_tecnofobia.2Actualmente, es imposible ignorar el hecho de que los niños están sobreexpuestos a las tecnologías. A pesar de que en primera instancia no parecen un peligro potencial por la facilidad con la que los menores aprenden a utilizarlas, los adultos a cargo deben concretar acciones rápidas y tener una actitud positiva a fin de prevenir consecuencias potencialmente negativas, preparando a los pequeños para una vida donde el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se ha vuelto necesario para el éxito social del individuo.

Esto resulta importante para estudiar la relación de la infancia con las TIC tanto en casa como en las aulas, pues éstas ejercen un enorme impacto sobre el desarrollo temprano de los niños. Aunque hoy en día las nuevas tecnologías sirven como herramienta para realizar las tareas escolares, no significa que la información que aparece en los medios digitales siempre sea veraz, concisa y clara, de manera que realmente complemente el conocimiento adquirido en clase y no se preste a confusiones.

De acuerdo con un artículo realizado por J. Luis González Yuste, miembro del Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, España, la tendencia a principios del milenio dentro de los programas educativos no eran las TIC, que ahora se han posicionado como un nuevo modelo educativo que, finalmente, requiere de una acreditación y asesoría de expertos para sellar su validez, lo que demuestra que el modelo tradicional se ha fundido con el moderno, por lo que no pueden desprenderse el uno del otro. Pero antes de que esto se diera, surgieron las denominadas tecnofobias (miedos) y tecnofilias (adicciones) en el ambiente escolarizado a causa del nuevo ascenso tecnológico, pues los profesores temían ser reemplazados por las máquinas y prevalecía el miedo a que los alumnos absorbieran las TIC más que al conocimiento sustentado, lo que desgraciadamente ha ocurrido y se ha ido permeando a lo largo de todos estos años.

Ya que en principio el objetivo general de las TIC es conquistar usuarios o audiencia, esto aleja a los pequeños aprendices (e incluso a las nuevas tecnologías) de la idea de conocimiento, con lo que deliberadamente se trata de confundir la simple información. Por lo anterior, el especialista afirma que es imperativo ser prudente en el manejo de los datos. El confiar de manera absoluta en una nueva tecnología o medio, sin previa reflexión, por miedo a quedar desfasado sería un completo error. Contrario a esto, debe dotarse de sentido y significado a la realidad tecnomediática, de manera que se convierta en una nueva asignatura que la escuela sea capaz de aprobar, transformándola así en un instrumento social para intervenir en la realidad.

El experto menciona que incorporando las nuevas tecnologías y recogiendo la realidad cultural en la escuela, la figura del docente se hace más necesaria e imprescindible que antes, situación que en la actualidad ya se ha materializado en diversos programas educativos (educación a distancia, incorporación de computadoras y tablets, etc). Si un profesor puede ser sustituido por una máquina, “es que se lo merece”. Si posee esa fobia hacia la tecnología, lo que se esconde tras dicho temor es más una falta de perspectiva que una posibilidad remota.

De este modo, la institución educativa se ha ido redefiniendo, y debe continuar así para alejarse del atributo de “escuela cuartel” o “escuela guardería” que se le ha asignado durante mucho tiempo si realmente se pretende una enseñanza de calidad para la población infantil (y para todos). González Yuste enfatiza que el objetivo es reivindicar un modelo de enseñanza crítica y reflexiva capaz de formar para los medios y desde las nuevas tecnologías, respondiendo a los actuales retos académicos y educativos, laborales y sociales, y por supuesto, al desafío cultural.

 

Vía: Académica