Salon de clases-IUn estudio reciente afirma que el diseño de un salón de clases podría tener un impacto importante en el éxito académico de los alumnos en las escuelas.

La investigación llevada a cabo por Sapna Cheryan, Sianna Ziegler, Victoria Plaut, y Andrew Meltzoff de la Universidad de Washington en EU, resume el estado actual del diseño de los salones de clase en el país norteamericano y brinda una serie de lineamientos que facilitan la asimilación de la información en los escolares.

La renovación del ambiente estructural podría ser especialmente beneficiosa para las escuelas con estudiantes que provienen de familias de bajos recursos.

De acuerdo con los autores, para que los niños y jóvenes aprendan usando su máximo potencial, el ambiente del aula debe de ser de una calidad estructural específica y contener señalizaciones que les recuerden que son aprendices valiosos.

Según el estudio, dos de las características más importantes que debe poseer un salón de clases son la iluminación y la temperatura. Para obtener estos datos, los especialistas hicieron una revisión de la evidencia científica más reciente concerniente al tema, con el fin de implementar recomendaciones que mejoraran el aprendizaje de los educandos y su desempeño.

Gracias al material revisado, se comprobó que los alumnos que fueron expuestos a más luz natural trabajaban mejor en clase que aquellos que habían sido menos expuestos a ésta. Sin embargo, cifras del Centro Nacional de Estadística para la Educación de EU, demuestran que el 16 por ciento de las escuelas con edificios permanentes y el 28 por ciento de los inmuebles con salones desmontables no poseen una iluminación natural satisfactoria.

Los autores señalan que el mejor rango de temperatura para el aprendizaje se encuentra entre los 68 y 74 grados Fahrenheit (más o menos 20 y 23 grados celsius respectivamente), pero 16 por ciento de las escuelas con inmueble permanente y 12 por ciento de éstas con aulas desmontables no tienen un sistema de calefacción adecuado.

Cheryan y sus colegas comentaron que la apariencia de las aulas y cómo éstas están decoradas, también pueden afectar el rendimiento escolar.

Por ejemplo, colocar objetos en el salón que resalten el éxito de grupos sociales que tradicionalmente se enfrentan a barreras educacionales (como fotos de mujeres científicas famosas), puede potenciar los logros académicos de estas personas.

Sin embargo, artículos que resultan atractivos sólo para algunos estudiantes – como un gran número de objetos de ciencia ficción dentro de un salón de clases de computación – podría desmotivar a otros pupilos que no se identifiquen con estos objetos y, por ende, que no se inscriban en estos cursos.

Los investigadores también encontraron que utilizar símbolos que representan a ciertos clanes – como los logos de mascota de indígenas americanos que usan algunos equipos deportivos – pueden causar una baja autoestima en los estudiantes que pertenecen a esas comunidades.

El estudio fue publicado el 4 de noviembre en la nueva revista Policy Insights from the Behavioral and Brain Sciences.

Vía: Health Library