La rigidez que provoca la artritis es una importante causa de discapacidad, además resulta un padecimiento muy doloroso. Artritis significa inflamación de las articulaciones y el término, en general, se emplea para referirse a más de 100 enfermedades.
Cuando se tiene artritis, la articulación se deteriora progresivamente y el cartílago se va perdiendo, lo que hace que los huesos se gasten al rozarse el uno con el otro.
En el caso de los pies o los tobillos, la sensibilidad o dolor, la habilidad reducida para moverse o andar, la rigidez de la articulación y la hinchazón son algunos de sus síntomas.
De los 28 huesos y más de 30 articulaciones que tiene cada pie, las que se afectan más comúnmente son las que une al tobillo con la tibia, las tres que implican el hueso del talón, el hueso de interno de la pitad del pie, el hueso externo de la mitad del pie, y la articulación entre el dedo gordo y el hueso del pie.
La artritis del pie y tobillo se puede tratar de numerosas formas.
Para cuidarlos, los métodos no quirúrgicos incluyen, en primera instancia, que tomes los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, así como los suplementos nutricionales que el doctor te haya recetado para aliviar la hinchazón y el dolor.
Asimismo, es recomendable que utilices soportes para el arco, cojines o plantillas, puedes pedirle a tu médico que te recomiende las más adecuadas para tu condición.
Utiliza zapatos hechos a la medida.
Usa un bastón o un aparato ortopédico que te ayuden como soporte para el tobillo y el pie.
Realiza ejercicio, incluyendo terapia física.
Pierde el exceso de peso y mantenlo controlado.
Vía: Cleveland Clinic, HealthDay News
