Las creencias sobre que las bebidas alcohólicas favorecen el funcionamiento sexual quedan completamente anuladas al enfrentarlas con una investigación realizada por la alianza mundial de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de disfunciones sexuales, Boston Medical Group.

Alcohol-DisfunciónEréctil

El equipo investigador estableció que el alcohol tiene consecuencias negativas en las señales fisiológicas de la excitación sexual. En el estudio recogieron que el 71% de los hombres entre 18 y 40 años padece disfunción eréctil o falta de deseo sexual.

Asimismo, en el 60% de los 600 casos analizados en pacientes argentinos, los problemas de erección se producen fundamentalmente por el exceso de alcohol. “Esto sucede tanto en el bebedor ocasional, como en el habitual, ya que es consecuencia directa de una ingesta excesiva de alcohol, con la diferencia de que en los pacientes alcohólicos estos trastornos se van convirtiendo en crónicos y en ocasiones de carácter irreversible», indicó Fabián Gómez, médico urólogo asesor de Boston Medical Group para Argentina.

Y es que el alcohol tiene diversos mecanismos que son causales de la disfunción eréctil. Entre ellos se encuentra la degeneración de los receptores de la testosterona, la dominancia estrogénica y una menor producción seminal. Además provoca daño en los testículos y en el hígado.

Cuando el consumo de bebidas alcohólicas excede los 30 a 60 cm3, equivalente aproximado a dos copas, los consumidores se desinhiben y consiguen un mayor estímulo erótico. No obstante, la rigidez peneana se reduce, obteniendo, por tanto, una erección insatisfactoria para mantener una relación sexual.

“En muchos casos esta situación es vivida como un fracaso por el hombre que lo padece y que a partir de ella comienza a desarrollar sentimientos de ansiedad que dificultaran la respuesta de excitación sexual en el siguiente encuentro”, explicó José Benítez, director médico del organismo investigador.

También agregó que el problema puede complicarse aún más si se involucra un factor de estrés. “Se puede establecer un círculo vicioso que lleve al desarrollo permanente de una disfunción eréctil en el hombre, porque se preocupara por saber si tendrá o no una erección adecuada si la respuesta es negativa promoverá frustración en un circuito sin fin. La solución para este problema requerirá de profesiones especializados”, dijo Benítez.