Un nuevo estudio revela que el ejercicio es un factor que puede ayudar a sobrellevar el síndrome de fatiga crónica, contrario a la creencia popular que afirma que la actividad física empeora los síntomas de este padecimiento.
El síndrome de fatiga crónica es una condición médica de bastante complejidad que se caracteriza por un fuerte cansancio que no mejora aunque se descanse de forma adecuada.
Un estudio previo ya había encontrado que las personas que viven con síndrome de fatiga crónica se benefician con dos tipos terapia: cognitivo-conductual y ejercicio gradual, este último es un programa de ejercicios personalizado que va aumentando de dificultad de forma gradual.
La líder del estudio y profesora de psicoterapia cognitivo-conductual del Kings College de Londres expresó que por medio de la identificación de mecanismos se puedan beneficiar los pacientes que sufren síndrome de fatiga crónica por la mejora en tratamientos y el desarrollo de nuevas alternativas.
La investigación demostró que un tratamiento con ejercicios ayuda a reducir los temores de que el ejercicio puede resultar contraproducente para los pacientes con síndrome de fatiga crónica, así lo aseguró Chalder: «Nuestros resultados sugieren que las creencias pueden cambiar al desafiarlas directamente [como en la terapia cognitivo conductual] o por el cambio de comportamiento simple con un enfoque diferenciado a la actividad evitado [como en la terapia de ejercicio gradual«.
Los expertos concluyeron que los resultados sugieren que las terapias cognitivo-conductuales existentes podrían fomentar mayor actividad física como caminar lo que de hecho puede aumentar el efecto sobre los pacientes con dicha terapia.
Por su parte los doctores Hans Knoop y Jan Wiborg, de la Universidad de Radboud Nijmegen Medical Center en la Holanda aseguraron que los estudios en el futuro se deben centrar en como las creencias sobre el ejercicio y el síndrome de fatiga crónica pueden cambiar más rápidamente y con mayor eficacia.
Vía: Health Library
