¿Imaginas no poder dormir debido al gran impulso de mover las piernas? Aunque te sorprenda, este síntoma responde a un síndrome, mismo que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Con regularidad, aparece cuando se está descansando y suele agravarse por las noches. No se sabe con exactitud qué lo causa, pero se cree que podría estar relacionado con otras afecciones, como deficiencia de hierro y Parkinson.

Además de resultar molesto, este padecimiento reduce, considerablemente, la calidad del sueño. Lo que lleva a somnolencia diurna, ansiedad o depresión, confusión y dificultad para pensar claramente.

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Aunque existen medicamentos para tratar estos casos, no hay un tratamiento establecido que funcione a todas las personas. Afortunadamente, si los síntomas son leves, es posible contrarrestarlos a través del cambio de hábitos y una vida activa, en la que prevalezcan los ejercicios moderados.

Es importante iniciar poco a poco, por ejemplo, con una caminata. De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), con este ejercicio pueden percibirse los beneficios en poco tiempo. No obstante, lo ideal es elegir actividades en las que predominen métodos de relajación y compresión muscular, como el yoga y el taichí.

Debes tomar en cuenta dos puntos fundamentales. En primer lugar, un entrenamiento intenso podría agravar los síntomas, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares en Estados Unidos; en segundo, si bien los ejercicios pueden contrarrestar el malestar, no lo eliminarán por completo.

Si tomas algún medicamento para tratar esta condición, no lo abandones. El ejercicio servirá para complementar el tratamiento. ¡Cuídate!

 

Vía: BBC Salud