ninos-bicicleta-iEl realizar ejercicio en un entorno natural podría estar vinculado con una presión sanguínea más baja después de haberse ejercitado, al menos en los niños. Esto según lo informa un estudio publicado recientemente en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública.

Académicos especializados en Ciencias del Deporte, del Departamento de Ciencias Aplicadas y Salud de la Universidad de Coventry, pidieron a niños de 9 y 10 años de edad completar series de 15 minutos de ciclismo a intensidad moderada; un grupo observó un video de un camino boscoso mientras realizaba el ejercicio, mientras que otro no recibió ningún estímulo visual.

Después de realizar la actividad, la presión arterial de los niños que realizaron «ejercicio verde» mostró estar significativamente más baja que la de los niños que no recibieron el estimulo visual de un entorno boscoso. Esto podría significar que las vistas naturales pueden tener efectos positivos en la salud, señalan los investigadores.

La presión sistólica -la presión en las arterias cuando el corazón late- en el grupo de “ejercicio verde” fue de 97.2 mmHg quince minutos después de haber realizado la actividad «verde», comparada con 102.7 mmHg después de la actividad normal, es decir un 5 por ciento menos.

Una presión sanguínea menor normalmente está asociada con un menor riesgo de desarrollar problemas de salud, mientras que la presión alta -conocida también como hipertensión– es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

El doctor Michael Duncan, autor líder del estudio y director asociado del Departamento de Ciencias Aplicadas y Salud en la Universidad de Coventry señala que la hipertensión es un problema crónico de salud en todo el mundo, “entonces, debido a los resultados que vimos en nuestro estudio, es crucial que continuemos tratando de entender el rol que la actividad física y, en particular, el ‘ejercicio verde’ juegan en la presión sanguínea”.

“Si de hecho existe una correlación entre observar escenas de la naturaleza y una presión sanguínea menor después del ejercicio, como sugieren nuestros datos, podría tener implicaciones muy positivas para impulsar a los prestadores de servicios de salud para prescribir ejercicio al aire libre y así reducir los riesgos a la salud”, consideró Duncan.

VíaInternational Journal of Environmental Research and Public Health