grasaCuando buscamos perder peso, solemos inclinarnos por ejercicios cardiovasculares, como correr, salir en bicicleta o cualquier actividad que requiera un esfuerzo constante y prolongado.

Ante ello, existe un debate en el mundo fitness, en el que se toman en cuenta varias variables, como las características de las personas o la intensidad con la que se realizan los ejercicios.

De acuerdo con Juan Francisco Marco, profesor del Centro de Ciencia Deportiva, Entrenamiento y Fitness Alto Rendimiento, en España, se deben  realizar tanto ejercicios aeróbicos como de fuerza.

“Si bien una pérdida de grasa también significa perder peso, puede que haya una compensación que impida que eso ocurra, ya que dependiendo del tipo de entrenamiento es posible que se aumente peso al ganar masa muscular», señaló.

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¿Qué debe realizarse primero?

El especialista compara este proceso con el funcionamiento de los automóviles. Es decir, «cuando enciendes el motor éste se encuentra frío y hay que esperar hasta que se caliente. Esta primera fase en el cuerpo humano es anaeróbica hasta cierto punto, que varía dependiendo de cada persona y de su condición física, (y) es cuando se comienza a quemar grasa».

Una vez que se ha llegado a ese momento —tras el ejercicio anaeróbico—, el cuerpo quema “el combustible” que se necesita para el entrenamiento cardiovascular, que sería el glucógeno.

Según el especialista, es posible que un entrenamiento con pesas genere una mayor pérdida de grasa, en caso de llevar una rutina de tres días por semana.

«El tamaño de los músculos es relevante porque una ganancia en masa muscular —que es contrario a lo que se promueve con el entrenamiento aeróbico— implica la aceleración del metabolismo», comentó.

Recomendaciones

Es fundamental prestar atención a otras variables, como la alimentación, la cual representa el 60% del éxito en cualquier programa de entrenamiento.

Para Marco, la mejor opción es optar por entrenamientos por intervalos de alta intensidad —trabajo intenso con intervalos de descanso total para recuperación—, los cuales brindan una disminución del porcentaje graso, aumento de la masa muscular y mejoras en la fuerza, resistencia y potencia.

«Con los entrenamientos a intervalos se ha demostrado que el metabolismo sigue activo durante muchas horas después de haber finalizado el entrenamiento. Es como cuando paras el auto, lo pones en punto muerto, pero el motor sigue funcionando y consumiendo», concluyó.

 

Vía: BBC Salud