ejercicioEs sabido que los adultos mayores que realizan ejercicio —con regularidad— son menos propensos a sufrir una discapacidad. De acuerdo con un nuevo estudio, las ventajas se extienden, pues de sufrir lesiones existen mayores probabilidades de recuperación.

Durante la investigación, se promovió que algunos adultos sedentarios incursionaran en una vida activa. Para su sorpresa, eso disminuyó el riesgo de sufrir una lesión o enfermedad que los dejara discapacitados.

Por otra parte, quienes sufrían alguna discapacidad física, tenían un tercio más de probabilidades de recuperarse. Para los especialistas, este estudio deja un mensaje importante: nunca es tarde para aprovechar los beneficios del ejercicio.

De acuerdo con Patricia Katz, profesora de medicina de la Universidad de California, en San Francisco, caminar de forma moderada es la mejor opción.

«Lo que estamos aprendiendo es que, una vez que se desarrolla una discapacidad, no es raro que los adultos mayores se recuperen. No es un camino sin vuelta atrás hacia un mayor declive», señaló Thomas Gill, investigador líder del estudio y profesor de geriatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven.

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El estudio no especificó las causas de la discapacidad de las personas, por ejemplo, si era una secuela de artritis, de una caída o de un accidente cerebrovascular.

Para Katz, son infinitos los beneficios que el ejercicio puede ofrecer, más allá de un riesgo más bajo de discapacidad. «Es bueno para el corazón, puede ayudar con la depresión, puede ser una actividad social. Y lo mejor es que es gratis», concluyó.

Los adultos mayores activos de este estudio asistieron a dos clases por semana, e hicieron ejercicio por su cuenta tres o cuatro veces por semana —principalmente caminatas—.

 

Vía: Health Day