Una prueba o análisis de sangre para metales pesados es un grupo de pruebas que miden los niveles de metales posiblemente dañinos en la sangre.

Los metales pesados se encuentran naturalmente en el medio ambiente. Asimismo, se encuentran en ciertos medicamentos, suplementos y alimentos. Los productos químicos utilizados en la industria y la agricultura pueden contener metales pesados, que pueden acabar en el aire, el suelo y el agua.

Dichos metales ingresan al cuerpo de diferentes formas. Puedes inhalarlos, comerlos o absorberlos a través de la piel. Debido a que los metales pesados se encuentran en todas partes, es normal tener algunos en el cuerpo. Pero si entra demasiado de estos en tu cuerpo, puede causarte una intoxicación por metales pesados.

Conoce más: 5 consejos para disminuir la exposición de tu bebé a metales pesados en sus alimentos y bebidas

Este tipo de intoxicación puede provocar daños en los órganos, cambios de comportamiento o dificultades con el pensamiento y la memoria. Los síntomas de intoxicación por metales pesados dependen del tipo de metal, la cantidad presente en el cuerpo y la edad. Los niños y los fetos poseen el mayor riesgo de sufrir problemas de salud graves y a largo plazo debido a los metales pesados.

Esta clase de envenenamiento puede ocurrir lentamente con el tiempo o de manera repentina si estás expuesto a una gran cantidad de metales pesados al mismo tiempo.

Los metales pesados más comúnmente analizados son:

  • Plomo
  • Mercurio
  • Arsénico
  • Cadmio
  • Cromo

Otros metales que analiza la prueba incluyen aluminio, berilio, cobalto, cobre, hierro, manganeso, níquel, platino, selenio, silicio, plata y talio. Es posible que te realicen un análisis de sangre para detectar metales pesados para un tipo de metal, o es posible que te realicen una prueba para un grupo de metales, llamado «panel de metales pesados».

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine