El golpe de calor, una emergencia médica provocada por el exceso de temperatura corporal, constituye una amenaza latente en esta temporada, donde las olas de calor han tomado por sorpresa a México. Conocer los factores de riesgo asociados es crucial para prevenir esta condición potencialmente fatal.

Factores de Riesgo

1. Edad. Los niños y los adultos mayores, cuyo sistema nervioso central puede no estar plenamente desarrollado o empieza a deteriorarse, son más vulnerables al golpe de calor. 

2. Actividad física en climas calurosos. El esfuerzo físico en ambientes cálidos, como el entrenamiento intenso o la participación en deportes bajo el sol, incrementa las posibilidades de sufrir un golpe de calor.

3. Exposición repentina al calor. Las personas pueden volverse más susceptibles a las enfermedades relacionadas con el calor al enfrentarse a aumentos abruptos de temperatura.

4. Falta de aire acondicionado. Durante periodos de calor sostenido, la ausencia de aire acondicionado puede aumentar el riesgo de golpe de calor, ya que los ventiladores ofrecen un alivio limitado en comparación con sistemas de refrigeración adecuados.

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5. Medicamentos. Algunos fármacos pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura y mantenerse hidratado, lo que incrementa el riesgo de golpe de calor. Esto incluye medicamentos que afectan los vasos sanguíneos, la presión arterial y la eliminación de líquidos del cuerpo.

La prevención es fundamental para evitar un golpe de calor. ¡Sigue estos consejos!

  • Utiliza ropa holgada y ligera.
  • Usa protección solar, sombreros y gafas de sol.
  • Mantente hidratado para permitir la sudoración y regular la temperatura corporal.
  • Presta atención a los efectos secundarios de los medicamentos y adapta tu rutina según sea necesario.
  • Evita dejar a personas en automóviles estacionados. 
  • Limita tu exposición al calor y permite que tu cuerpo se adapte gradualmente a las condiciones ambientales.
  • Reconoce y actúa ante los síntomas. 

El conocimiento de los factores de riesgo es esencial para prevenir esta afección potencialmente grave. Con medidas de prevención adecuadas y una respuesta rápida ante los síntomas, podemos proteger nuestra salud.

 

Fuente: Mayo Clinic