El asbesto es el nombre que se le da a un grupo de minerales que poseen fibras largas y delgadas, así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En algún momento, el asbesto fue ampliamente utilizado como material de aislamiento. También se produce de forma natural en el medio ambiente. Las fibras de asbesto son tan pequeñas que no se pueden observar a simple vista. Si se altera el asbesto, las fibras pueden flotar en el aire, llevando a que estas sean fáciles de inhalar y a que puedan alojarse en los pulmones.

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Si respiras altos niveles de asbesto durante un largo período de tiempo, las fibras pueden acumularse en tus pulmones. Esto causa cicatrización e inflamación y puede afectar la respiración. Con el paso del tiempo, puede dar lugar a las siguientes enfermedades:

  • Asbestosis, o cicatrización de los pulmones que dificulta la respiración.
  • Mesotelioma, un cáncer raro que afecta el revestimiento de los pulmones o el abdomen.
  • Cáncer de pulmón.

RECUERDA: Las enfermedades pulmonares asociadas con el asbesto generalmente se desarrollan después de muchos años. Las personas que se enferman a causa del asbesto suelen estar expuestas en el trabajo durante largos períodos de tiempo. Asimismo, fumar cigarrillos incrementa el riesgo.

Si tienes más dudas sobre cómo el asbesto puede afectar tu salud, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine