donacion-de-sangreDe acuerdo con cifras del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) de la Secretaría de Salud, alrededor de 20 mil personas en México, que padecen alguna enfermedad, viven a la espera de un trasplante de órgano o tejido. De éstas, más de 11 mil requieren un riñón, más de siete mil una córnea y las restantes, un corazón, un hígado, una combinación de riñón y páncreas o sólo páncreas, entre otros.

Según José Dante Amato Martínez, catedrático de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, nuestra nación todavía no logra forjar una cultura de la donación de órganos. Es común que los familiares de una persona recién fallecida no estés dispuestos a donar, ya que lo toman, entre otras razones, como una falta de respeto.

Durante 2015, el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes (SIRNT) ha registrado que en menos de dos meses, el país ha llevado a cabo 365 trasplantes de córnea, 268 de riñón, 18 de hígado y tres de corazón.

En el marco del Día Mundial del Trasplante, a celebrarse este 27 de febrero, Amato Martínez refirió que el órgano que más frecuentemente es donado en México es el riñón, pues posee la ventaja de existir en pares, por lo que al trasplantar uno la persona puede quedarse con el otro. Esto quiere decir que para fines prácticos, el donador casi no tendrá efectos sobre la salud.

El experto en nefrología y doctor en ciencias médicas comentó que en 2014 fueron publicados informes que hablaban sobre un mayor riesgo de preeclampsia o eclampsia en mujeres que donaron un riñón. Sin embargo, estudios realizados en las donadoras demuestran que su situación suele ser la misma que la de aquellas que aún cuentan con los dos.

El segundo lugar en cuanto a órgano trasplantado lo ocupa la córnea (que debe ser extraíada de cadáver). Su ventaja es que casi no posee vasos sanguíneos, haciendo que su rechazo sea poco frecuente; esto significa que puede ser colocada en cualquier receptor, siendo incluso compradas por algunas instituciones nacionales a otras extranjeras.

El académico expuso que en España se creó una ley que estipula que quien fallece debe donar sus órganos, a menos que haya dejado documentos que establezcan lo contrario. Esto permitió al país europeo elevar de forma considerable el número de trasplantes. En contraste, México hace lo opuesto, pues se debe dejar por escrito el deseo de donar.

Agregó que pesar de esto, la donación, la educación y las leyes sólo integran una parte de la problemática, pues a ella se aunan los recursos y la infraestructura. Esto significa que si mañana se duplicaran los donadores no serviría de mucho, ya que carecemos de cirujanos especializados suficientes, así como de instalaciones con la infraestructura requerida.

Asimismo, la población que es sometida a este procedimiento quirúrgico generalmente necesita un tratamiento inmunosupresor costoso, que en ocasiones debe recibir por el resto de su vida. “No sólo se trata de la disponibilidad de órganos, también se tendría que formar a más cirujanos, construir hospitales y determinar de dónde saldrán los recursos económicos”, apuntó José Dante Amato.

Un centro hospitalario solo puede realizar trasplantes si adquiere un permiso otorgado por la Secretaría de Salud, y debe contar con personal médico capacitado e identificado.

Hoy en día, los trasplantes que se practican en territorio mexicano involucran el de córnea, médula ósea (progenitores de la sangre), hueso, válvulas cardiacas, riñón, hígado, corazón y pulmón. Son más de 400 los hospitales distribuidos en todo el sector salud (sociales, públicos y privados) que efectúan diferentes procedimientos.

No obstante, la mayor parte de los nosocomios se encuentra en las capitales de los estados y en las ciudades más grandes del país. En esas áreas, la capacidad técnica de los cirujanos y los programas se distinguen por su calidad.

Datos del CENATRA muestran que nuestro país efectúa trasplantes desde 1963 y hasta la fecha se han practicado cerca de 40 mil.

Con base en lo anterior, Amato Martínez recalcó que actualmente la mayoría de la gente, no sólo los profesionales de la salud, comprenden la importancia de la prevención; mantener un peso saludable, hacer ejercicio, no abusar del alcohol ni del tabaco y no realizar prácticas de riesgo.

Poner en práctica estas medidas representa una gran dificultad, y eso da origen a otro problema, principalmente en lo referente a la alimentación. Nuestra dieta incluye grasas y azúcares en exceso y a ello se suma la publicidad de comida chatarra como refrescos, pastelillos y frituras.

Con respecto al Día Mundial del Trasplante, el médico consideró que es importante darle peso a este tipo de conmemoraciones. “Quienes atendemos pacientes con enfermedad renal crónica terminal sabemos que la diferencia en la calidad de vida entre uno que recibe diálisis y otro con trasplante, es evidente”, finalizó.

Recientemente la Fundación Carlos Slim lanzó su campaña anual Héroes por la Vida que busca concienciar a la población sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos.

 

Vía: Universidad Nacional Autónoma de México