El dolor de senos durante el embarazo se presenta de muchas formas. Puede ocurrir en uno o ambos senos, puede sentirse por toda el área de la mama, en un lugar específico o moviéndose hacia afuera en tus axilas. Asimismo, el dolor puede ser constante o aparecer y desaparecer.

Durante las primeras semanas del embarazo, el dolor de mamas tiende a ser sordo y doloroso. Tus senos pueden sentirse pesados ​​e hinchados. Asimismo, pueden estar muy sensibles al tacto, lo que hace que el ejercicio y la actividad sexual sean muy incómodos. Como tip, puedes usar un sostén deportivo confiable y hablar con tu pareja para explorar otras áreas del cuerpo durante este tiempo. Si duermes boca abajo, el dolor puede mantenerte despierta durante la noche.

Para muchas mujeres, los pezones se vuelven particularmente sensibles en estas primeras semanas. Pueden ser tan sensibles al tacto que duele secarlos después de una ducha o de ponerte un sostén. Pero la sensibilidad extrema del pezón suele pasar después de unas pocas semanas.

Conforme avance el primer trimestre, podrás notar plenitud y pesadez en lugar de sensibilidad. Algunas mujeres también experimentan una sensación de hormigueo en los pezones y las areolas durante dicha etapa.

El dolor agudo en los senos, que puede sentirse como si se te clavara un cuchillo en un área específica del seno, no es común durante el embarazo. Aunque puede suceder, este tipo de dolor es menos común durante el embarazo.

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¿Por qué el dolor de senos ocurre al principio del embarazo?

El dolor de mamas suele ser el primer síntoma del embarazo y se presenta una o dos semanas después de la concepción; técnicamente, durante las semanas tres y cuatro del embarazo. Tal sensación de dolor en los senos alcanza su punto máximo durante el primer trimestre porque tu cuerpo está inundado de hormonas, las cuales tienen la importante función de preparar tu cuerpo para que en él crezca un ser humano diminuto y hambriento.

Para alimentar dicha hambre, las hormonas trabajan rápidamente preparando tus senos para la lactancia. El flujo de sangre hacia el área aumenta y tus senos se agrandan. El escote puede ser bastante grande, pero este crecimiento también puede ser doloroso e incluso causar irritación y picazón en la piel.

Los conductos lácteos de los senos también crecen para prepararse para la lactancia. Y las hormonas estimulan el crecimiento de las glándulas productoras de leche. Básicamente, tus senos pasan por un crecimiento masivo, lo que convierte al dolor de senos en otra de las características distintivas del embarazo.

 

Vía: Healthline