i-rodillaDe acuerdo con un estudio realizado en la Universdad de Leeds en Inglaterra, el dolor de rodillas que se produce al subir escaleras podría ser una primera señal de artritis.

Este descubrimiento es importante debido a que la osteoartritis normalmente no se logra detectar hasta que alcanza una etapa avanzada, cuando las articulaciones se encuentren seriamente dañadas, por lo que la única opción viable para tratarla es la cirugía.

Los investigadores afirmaron que en Reino Unido se está experimentando una epidemia de esta enfermedad a la par del envejecimiento poblacional, por lo que un diagnóstico temprano resulta clave para poner a raya la osteoartritis.

De ser detectada a tiempo, incluso algo tan simple como perder peso podría disminuir la velocidad de progresión del padecimiento. La forma más común de artritis u osteoartritis es causada por el desgaste y daño al cartílago que permite a nuestras articulaciones realizar varias acciones como doblarnos, levantarnos, agarrar algo o arrodillarnos, la cual tan solo en la región británica, afecta a ocho millones de personas.

Los problemas de rodilla son particularmente comunes. La reducción de la movilidad dispara una espiral cuesta abajo, en la que la pérdida de la independencia da lugar a otros problemas que van desde la depresión hasta la ganancia de peso, así como a los trastornos del sueño.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron datos de 4,673 hombres y mujeres que llenaron un cuestionario anual en donde se les preguntaba sobre la condición de sus rodillas. Las preguntas formuladas eran para saber si las personas experimentaban dolor de rodilla durante la realización de varias actividades. Los voluntarios respondieron los cuestionarios cada año durante siete años, permitiendo a los especialistas rastrear el progreso de la enfermedad.

Los resultados revelaron que utilizar las escaleras fue la primera actividad (que requiere cargar nuestro propio peso) en la que las rodillas de las personas evaluadas empezaron a experimentar dolor. Posteriormente, también desarrollaron dolor al caminar, mantenerse de pie, sentarse y, finalmente, incluso al acostarse en cama.

«Conocer esta información nos ayudará a intervenir más a tiempo, quizás permitiéndonos crear métodos más efectivos para tratar esta enfermedad dolorosa”, explicó Philip Conaghan, profesor de medicina músculo-esquelética en la Universidad de Leeds y líder de la investigación.

La Dra. Natalie Carter, de la Fundación para la Investigación de la Artritis en Reino Unido, que ayudó a financiar el estudio, recomienda realizar una amplia variedad de ejercicios que han mostrado ser beneficiosos por reducir significativamente el riesgo de dolor y discapacidad. Estas actividades incluyen nadar, andar en bicicleta, caminar y correr moderadamente.

En primer lugar, esto podría ayudar a minimizar el riesgo de desarrollar osteoartritis, aliviando los síntomas existentes y ayudando a prevenir un deterioro a futuro”, apuntó Carter.

El estudio fue publicado en la revista Arthritis Care & Research.

Vía: Health Library