El dolor de estómago es una de las afecciones que más aquejan a los niños pequeños, lo cual puede suponer una preocupación para los padres de familia.

Sentir dolor es la señal natural que emite el cuerpo para hacernos saber que algo no va del todo bien. En el caso del dolor de estómago, este suele indicar que está ocurriendo algo en nuestro interior y, de otra manera, no nos enteraríamos.

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A pesar de que los dolores de estómago son una queja común en los niños y adolescentes, expertos en salud recomiendan a los padres nunca subestimar o pasar por alto una de estas dolencias, ya que aunque en apariencia puedan parecer un problema menor, pueden en realidad terminar siendo algo grave.

¿Cuándo ir al médico?

Los expertos aconsejan a los padres llevar a sus hijos al médico en los siguientes casos:

-El dolor parece muy fuerte o empeora con el paso del tiempo.

-La dolencia incluso despierta a un niño mientras duerme.

-El dolor es en la parte inferior derecha del abdomen.

-Hay mucho vómito.

-El niño está muy molesto.

-Se encuentra aletargado (muy somnoliento).

-Padece otro problema de salud.

Una vez en el médico, los padres deben informar a este sobre otros síntomas, como si su hijo ha experimentado:

-Fiebre.

-Dolor al mover el vientre u orinar.

-Sangre en el excremento o la orina.

-Tos muy fuerte.

-Pérdida de peso con el paso del tiempo.

-Decir si se sospecha que el dolor se debe a una lesión.

¿Se pueden prevenir?

Aunque no todos los dolores abdominales pueden prevenirse, expertos señalan que existen medidas para ayudar a prevenir los tipos más comunes de dolor de estómago, como:

-Lavarse las manos antes de comer o de preparar la comida, y después de ir al baño.

-Comer porciones saludables e intentar no comer justo antes de ir a la cama.

-Beber abundante agua y comer alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, para lograr que los alimentos se muevan a través del aparato digestivo.

-Evitar alimentos vencidos (caducados) o que no hayan sido correctamente almacenados.

-Evitar los alimentos que causan síntomas de intolerancia o alergia alimentaria.

 

Vía: Kid’s Health