En los últimos años, las dietas con bajo contenido de hidratos de carbono, también conocidos como carbohidratos, han tomado gran relevancia. Si bien son muchos los beneficios ligados a esta alimentación, uno de ellos vincula su consumo con la reducción del riesgo de los efectos del envejecimiento en el cerebro.

De acuerdo con una investigación de la Universidad Stony Brook en Nueva York, comer pocos carbohidratos durante una semana puede aumentar la actividad cerebral general y estabilizar las redes funcionales.

Para llegar a esta conclusión, los especialistas analizaron datos de neuroimagen cerebral de casi 1,000 individuos de entre 18 a 88 años, a quienes repartieron en dos grupos: uno con una alimentación estándar y otro con una baja en carbohidratos.

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“En una dieta estándar, el combustible primario metabolizado es la glucosa, mientras que en una dieta baja en carbohidratos, el combustible primario son las cetonas (moléculas que produce el cuerpo a partir de la descomposición de la grasa para crear energía)”.

A decir de la investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, esto es importante debido a que el envejecimiento cerebral está asociado con el hipometabolismo, proceso en el que las neuronas pierden gradualmente la capacidad de utilizar eficazmente la glucosa como combustible.

Según los expertos, lo ideal es llevar una dieta balanceada baja en carbohidratos. De esta manera, es posible aumentar la cantidad de energía disponible para el cerebro mediante el uso de un combustible diferente, como las cetonas.

Recuerda, antes de modificar tu dieta debes visitar a un especialista en nutrición, especialmente si padeces alguna enfermedad que requiera una alimentación personalizada.

 

Vía: Notimex