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La dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos que enfatiza los alimentos ricos en proteínas y grasas, como carnes rojas, carne de aves, mariscos, huevos, queso, nueces y semillas. También incluye verduras sin almidón, como brócoli, coliflor, repollo, col rizada y otras verduras de hoja verde.

Esta limita los alimentos con alto contenido de carbohidratos, incluidos los cereales, las legumbres secas, los tubérculos, las frutas y los dulces. Por lo general, las dietas cetogénicas solo incluyen entre 20 y 50 gramos de carbohidratos por día.

Según una revisión de nueve estudios del 2017, las dietas bajas en carbohidratos podrían ayudar a mejorar el control del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2, al mismo tiempo que mejorarían los niveles de triglicéridos y colesterol HDL (colesterol bueno).

Otro estudio del 2018 tuvo resultados similares, informando que la dieta cetogénica podría mejorar los niveles de azúcar en sangre y reducir la resistencia a la insulina.

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Sin embargo, dependiendo de los alimentos ricos en proteínas que elijas, la dieta cetogénica y muchas otras dietas bajas en carbohidratos pueden tener un alto contenido de grasas saturadas. Puedes disminuir tu consumo de grasas saturadas limitando la cantidad de carne roja, cortes grasos de cerdo y queso con alto contenido de grasa que comas.

También puede ser un desafío obtener suficiente fibra mientras sigues la dieta cetogénica. Por tal razón, es fundamental comer muchos alimentos bajos en carbohidratos que sean ricos en fibra, incluidos frutos secos, semillas y verduras de hoja verde.

De todas formas, se requiere más investigación para conocer los beneficios y riesgos a largo plazo de la dieta cetogénica y de otros enfoques de alimentación bajos en carbohidratos en las personas con diabetes.

 

Fuente: Healthline