Cuando los alimentos y bebidas con carbohidratos se digieren, los carbohidratos se descomponen en glucosa para alimentar nuestras células. De esta forma, el nivel de glucosa en sangre del cuerpo, o azúcar en sangre, aumenta. En las personas sin diabetes, los niveles de azúcar sanguínea se incrementan después de comer, pero la respuesta de la insulina del cuerpo evita que los niveles aumenten demasiado.

Si tienes diabetes, el proceso no funciona según lo diseñado. La forma en la que el conteo de carbohidratos permite ayudar a controlar la glucosa sanguínea depende de tu régimen de tratamiento y de si tu cuerpo produce insulina o no.

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  • Tipo 1: si padeces diabetes tipo 1, tu páncreas ya no produce insulina, por lo que debes administrarte insulina de base y compensar los carbohidratos en tus alimentos con dosis de insulina a la hora de las comidas. Para hacer esto, debes saber exactamente cuántos gramos de carbohidratos posee tu comida, por lo que debes realizar un conteo de carbohidratos.
  • Tipo 2: debido a que las personas con diabetes tipo 2 experimentan resistencia a la insulina y es posible que no la produzcan en cantidad suficiente, es fundamental que tomen en cuenta su consumo de carbohidratos. Para evitar picos de azúcar en sangre, es bueno comer una cantidad constante de carbohidratos en las comidas durante todo el día, en lugar de todos a la vez. Las personas que toman medicamentos orales pueden utilizar una forma más básica de contar carbohidratos que las personas que toman insulina.

 

Fuente: American Diabetes Association