Las personas con diabetes, tanto de tipo 1 como de tipo 2, sienten el calor más que las personas que no la tienen. Esto puede deberse a ciertas complicaciones de la diabetes, como el daño a los vasos sanguíneos y a los nervios; a la deshidratación, debido a que pierden agua más rápidamente, o como resultado de tomar algunos medicamentos.

Además, las temperaturas altas pueden cambiar la forma en que su cuerpo usa la insulina.

¿Cómo cuidarse?

  1. Bebe mucha agua, aunque no tengas sed.
  2. Evita el alcohol y las bebidas con cafeína, como el café y las bebidas energizantes o deportivas, que pueden causar pérdida de agua y elevar tus niveles de azúcar en la sangre.
  3. Revisa el azúcar en tu sangre antes, durante y después de realizar actividades. 
  4. Usa ropa suelta, ligera y de color claro.
  5. Utiliza filtro solar y un sombrero cuando estés afuera. 

Conoce más: Agotamiento por calor, información clave que debes conocer

Toma en cuenta que, aunque no parezca que hace mucho calor afuera, la combinación de calor y humedad puede ser peligrosa. Si bien la actividad física es clave para manejar la diabetes, no se recomienda hacer actividades afuera durante la parte más calurosa del día o cuando el índice de calor sea alto. 

Es importante que siempre lleves contigo tus medicamentos y suministros para la diabetes. Si tienes dudas sobre tu tratamiento, habla con tu médico de cabecera.

 

Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades