En los días calurosos de verano es importante protegerse contra el agotamiento por calor y la insolación, así lo indica Isabel Valdez, asistente médica y profesora asistente de medicina interna general en el Colegio Baylor de Medicina, en Houston.

«El golpe de calor ocurre cuando la temperatura central del cuerpo alcanza los 40 grados Celsius y ocurren cambios en nuestro sistema nervioso central, como desorientación, confusión, cambios conductuales o emocionales o alteración del estado mental», señaló la experta.

«En algunos casos, también pueden ocurrir convulsiones o coma. Los órganos internos vitales como el cerebro, el hígado y los riñones pueden resultar dañados por un golpe de calor», advirtió Valdez.

El golpe de calor, que puede ser fatal si no se trata de inmediato, puede presentarse si se ignoran los signos de agotamiento por calor. Estos incluyen sudoración, frecuencia cardíaca rápida, aturdimiento, dolor de cabeza, presión arterial baja, calambres musculares, náuseas, vómitos o diarrea.

Si sospechas de agotamiento por calor, busca un lugar para descansar, bebe agua y cambia a un lugar más fresco. Si una persona se confunde y tiene una temperatura corporal elevada de más de 40 grados Celsius, requiere atención de emergencia, subrayó Valdez.

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Una forma de prevenir el agotamiento por calor es beber agua temprano en el día y mientras hace calor.

«Los líquidos con electrolitos son muy útiles pero innecesarios. Si vas a estar al aire libre por períodos prolongados, lo ideal es aclimatarse al calor pasando solo unas pocas en espacios abiertos e ir añadiendo más tiempo en un lapso de dos semanas», dijo Valdez.

La alta humedad puede contribuir al agotamiento por calor, así que usa ropa fresca y descansa del calor.

Los que corren mayor riesgo de sufrir agotamiento por calor son los niños, los ancianos, las personas con sobrepeso y los atletas jóvenes, especialmente los jugadores de deportes que requieren equipo pesado.

Algunos medicamentos comunes de venta libre y recetados, como antihistamínicos, diuréticos, anticonvulsivos y antidepresivos, pueden aumentar el riesgo de agotamiento por calor.

«Si tienes que trabajar o entrenar al aire libre y estás preocupado(a) por el riesgo de agotamiento por calor, comunícate con tu proveedor de atención médica para revisar tus medicamentos y crear un plan que se adapte a tus necesidades, a fin de mantenerte saludable en los climas cálidos», finalizó Valdez.

 

Fuente: Health Day News