Controlar la diabetes implica establecer una rutina saludable de medicamentos, alimentación, ejercicio y sueño. Pero cuando trabajas en turnos de noche o tienes turnos de trabajo cambiantes, puede parecer que tu vida carece de una rutina capaz de mantener tu enfermedad a raya, así lo indica Michigan Medicine (Estados Unidos).

Definitivamente es más complicado controlar la diabetes en tales condiciones, pero ten por seguro que puede lograrse. Los siguientes consejos te pueden ayudar:

1. Organízate

Habla con tu médico, nutriólogo o educador en diabetes. Ella o él te ayudarán a hacer un plan para lidiar con tu trabajo por turnos. Ten una mochila, un maletín o un bolso grande que siempre contenga tus elementos esenciales para el trabajo (medidor de azúcar en sangre y suministros, refrigerios planificados, refrigerios de emergencia, medicamentos, una botella de agua, almuerzo, una bolsa de hielo por si no hay refrigerador). Dile a tu empleador que tienes diabetes. Muéstrale tu plan. Solicita descansos regulares, un lugar para guardar y tomar tu insulina u otro medicamento, y un lugar para descansar cuando lo necesites.

2. Controla tu nivel de azúcar en sangre

Mide tu nivel de azúcar en sangre cada dos horas. Trabajar en turnos de noche o en turnos que cambian constantemente pueden afectar tu nivel de azúcar sanguínea de maneras que pueden sorprenderte. Lleva un registro detallado de tus lecturas de glucosa en sangre, dosis de medicamentos, ejercicio y tiempo de sueño. Esto te ayudará tanto a ti como a tu médico para encontrar patrones y hacer planes para afrontarlos. Si todavía no lo has hecho, considera actualizar tu medidor de azúcar en sangre. Si tomas insulina, considera usar una bomba de insulina.

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3. Planifica tus comidas

Intenta planificar tus almuerzos en el trabajo para una semana a la vez, así evitarás la máquina de bocadillos o el restaurante de comida rápida más cercano. Si sueles sentirte demasiado cansado(a) como para preparar la cena después del trabajo, mantén un suministro de refrigerios saludables y listos para comer (huevos duros con frutas secas, palitos de queso con galletas integrales, zanahorias en rodajas y hummus, etc.).

4. Sigue haciendo ejercicio

Puede ser más difícil mantener tu rutina de ejercicio habitual en casa cuando trabajas por la noche o si tu turno sigue cambiando. Encuentra la manera de convertir la actividad física en parte de tu rutina. Por ejemplo, puedes dar una caminata durante tus descansos.

5. Duerme lo suficiente

Evita las bebidas con cafeína de 4 a 6 horas antes de acostarte, así como las comidas pesadas cerca de la hora de irte a dormir. Un refrigerio ligero puede ayudarte a conciliar el sueño, pero háblalo con tu médico primero. Toma en cuenta un problema llamado trastorno del sueño en el trabajo por turnos. Si tienes problemas para dormir debido a tu turno de trabajo, también discútelo con tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan