Los trastornos alimenticios abarcan dos polos opuestos, pero igual de dañinos para la salud. Por un lado se encuentra la desnutrición, estado que provoca daños en el organismo a causa de la falta de nutrientes; mientras que en el otro se ubica la sobrealimentación, desajuste que puede conducir a la obesidad, enfermedad crónica que desata otras comorbilidades, como diabetes e hipertensión.
Aunque se consideran problemas aislados, tanto la obesidad como la desnutrición forman parte de la malnutrición. Según datos oficiales, uno de cada cuatro menores padece retraso en el crecimiento debido a una alimentación deficiente, al tiempo que hay al menos 20 millones de niños, menores de cinco años, con obesidad.
A este fenómeno se le conoce como “la doble carga de la malnutrición”. Según la especialista, «es por esta razón que las condiciones nutricionales de carencia o de sobrealimentación, están más relacionadas entre sí de lo que creemos. Ahí es donde radica la importancia de la seguridad alimentaria, puesto que la procuración de alimentos se vuelve un tema crucial en el desarrollo de las naciones en todos los sentidos”.
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Recomendaciones
Seguir una dieta saludable no es complicado, basta con consumir productos de los cinco grupos alimenticios y medir las porciones. Si quieres mejorar tu calidad de vida, toma en cuenta los siguientes consejos.
- Come sano.
- Haz ejercicio con regularidad.
- Si tienes sobrepeso, baja de peso.
- Evita el tabaquismo.
- Limita la cantidad de alcohol que bebes.
Además de los factores mencionados, dedica tiempo a la salud de todo tu cuerpo. Visita a especialistas médicos para controles regulares. Recuerda que la atención preventiva puede detectar y prevenir enfermedades antes de que comiencen.
Vía: Notimex
