El desempleo es la razón de uno de cada cinco suicidios alrededor del mundo, según sugiere un estudio de publicación reciente.
Investigadores suizos analizaron los datos sobre suicidios de 63 países distribuidos en cuatro regiones del mundo y encontraron que el desempleo estaba asociado a entre el 20 y el 30 por ciento de los factores de riesgo para cometer suicidio.
Entre 2000 y 2011 el número de suicidios contabilizaron cerca de 233 mil al año y el desempleo estaba ligado a 45 mil, es decir una quinta parte de estos suicidios.
Los suicidios se incrementaron debido a la crisis financiera mundial de 2008, lo que demuestra la hipótesis de este análisis sobre el desempleo y los problemas económicos aumentando la posibilidad de cometer suicido.
Los resultados sugieren que los efectos mentales que tiene el desempleo en las personas deben ser tomados en cuenta por los especialistas para realizar estrategias y planes de acción para prevenir el suicido, los expertos apuntaron que estas estrategias deben de llevarse a cabo cuando la economía va mal, pero también deben tomarse muy en cuenta en tiempos de bonanza económica.
El estudio también encontró que tanto hombres como mujeres son igualmente vulnerables a los efectos del desempleo.
El doctor Carlos Nordt del Hospital Psiquiátrico Universitario de la Universidad de Zurich y autor del estudio puntualizó que los hallazgos de su equipo revelan que las tasas de suicidio aumentan hasta seis meses antes del incremento del desempleo. Además subrayó que los datos recabados sugieren que no todas las pérdidas de empleo tienen un impacto idéntico y que las tasas de suicidio por desempleo son más altas en países donde el fenómeno es poco común.
El estudio también sugiere que la gente laboralmente activa tiene mayor riesgo de padecer estrés durante tiempos económicos duros, inseguridad laboral y deudas.
El doctor Navnett Kapur, de la Universidad de Manchester en Inglaterra apuntó que los especialistas necesitan aprender más sobre la influencia que tienen el desempleo y los problemas económicos en la salud mental de las personas, para ayudarlos a encausar y enfrentar estos problemas que resultan cada vez más comunes.
Vía: Health Library
