FILE - In this Friday, Sept. 27, 2013, file photo, a tablet of flibanserin sits on a brochure for Sprout Pharmaceuticals in the company's Raleigh, N.C., headquarters. The pill has been twice rejected, but Sprout Pharmaceuticals said Tuesday, Feb. 17, 2015, it is refiling its application for flibanserin, adding new information requested by the Food and Drug Administration about how the pill affects driving ability. (AP Photo/Allen G. Breed, File)

Imagen: Viagra femenino (Flibanserin) / Foto: Allen G. Breed / Fuente: Time

El Viagra (Sildenafil) es un medicamento que no influye en el deseo sexual de los hombres, ya que únicamente ayuda con el desempeño de la función sexual. El fármaco tiene como función impulsar el flujo sanguíneo hacia el cuerpo cavernoso del pene para que los hombres logren mantener una erección. En contraste, el fármaco de la libido femenina que aprobó la semana pasada el comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EU, denominado Flibanserin, está diseñado para alterar la química sexual cerebral femenina en el tiempo, a fin de incrementar el impulso sexual. A diferencia del Viagra masculino, no genera un cambio físico inmediato en el organismo.

La función del Flibanserin, es atender la disminución crónica del deseo sexual en la mujer que causa aflicción (lo que han nombrado como trastorno del deseo sexual hipoactivo); dicha condición es distinta a las fluctuaciones en el deseo sexual que acontecen de forma natural con el paso del tiempo. Sin embargo, identificar con exactitud la cantidad de mujeres que han experimentado esto ha resultado una ardua tarea. Un estudio reciente sugiere que ocurre en una de cada tres mujeres, pero la compañía farmacéutica productora del fármaco informó al panel de la FDA que un 7% de las mujeres en pre-menopausia poseen el padecimiento. Las mujeres pueden continuar sintiendo placer mientras tienen actividad sexual, pero usualmente y en un inicio, carecen del deseo de contraer relaciones sexuales.

En el caso de los hombres, el Sildenafil es una pastillita azul que debe ingerirse justo antes de tener sexo para redirigir el flujo sanguíneo, a diferencia del Flibanserin que debe tomarse a diario y es de color rosa. Conforme pase el tiempo, el fármaco podría afectar dos neurotransmisores en el cerebro, hecho que influenciaría la libido. No obstante, no se sabe a ciencia cierta cómo es que el Flibanserin podría restaurar el deseo. El fármaco incrementa la producción del neurotransmisor llamado dopamina (químico que regula la motivación y la recompensa) al adherirse a los receptores de dopamina. Asimismo, reprime la serotonina (neuroquímico vinculado al apetito y a las sensaciones de satisfacción o saciedad) al actuar sobre los receptores de serotonina.

Existen medicamentos comerciales que abordan otros aspectos de la experiencia sexual femenina, como por ejemplo tratar la resequedad vaginal, pero ninguno había sido aprobado para tratar la disminución en la excitación femenina. En principio, el Flibanserin fue creado como antidepresivo por la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim, cuya manufactura ahora está a cargo de Sprout Pharmaceuticals. Muchos otros antidepresivos son recetados fuera de lo indicado para tratar trastornos del deseo sexual, pero algunos de ellos pueden producir efectos secundarios indeseados, entre ellos pulso cardíaco irregular o falta de aliento. Hay reportes de que el Flibanserin fue rechazado dos veces por generar efectos secundarios como desmayos y baja en la presión arterial.

El comité asesor de la FDA votó el 4 de junio para recomendar la aprobación del fármaco sin descartar estos riesgos. La decisión fue tomada después de escuchar los testimonios de mujeres que dijeron verse beneficiadas significativamente gracias al fármaco. La junta votó 18–6 a favor de poner el Flibanserin en el mercado junto con información sobre sus efectos secundarios. Los miembros del comité acordaron que los beneficios del medicamento no eran grandes pero sí significativos para los pacientes. Por el momento, la FDA no está obligada a aprobar el fármaco, pero es común que la agencia siga las recomendaciones de sus comités asesores.

Sea cual sea la decisión de la FDA relativa a su aprobación, llamar a este fármaco el “Viagra femenino” es algo confuso y no del todo correcto.

 

Vía: Scientific American