Trabajar, estudiar e incluso vivir sin usar celulares o algún otro dispositivo móvil o digital parece cada día más difícil, sobre todo si se vive en una ciudad. Su uso no tiene nada de malo, podría decirse que incluso es obligatorio en algunos casos. Pero las consecuencias por el abuso y uso inapropiado de estos dispositivos comienzan a hacerse notar, y la «demencia digital» es un reciente ejemplo.
La demencia digital forma parte de una reciente serie de trastornos relacionados con los celulares y las nuevas tecnologías, expuso Carlos Lara, estudiante de la Universidad Carlos III de Madrid, España.
“Si eres de las personas que pasan mucho tiempo conectados a su celular, es probable que en algún momento desarrolles un padecimiento digital, aunque puedes no saberlo”, advirtió Carlos.
Se le conoce como demencia digital a la condición que presentan aquellas personas que son incapaces de recordar algunos detalles cotidianos, como sus número de teléfono o nombres completos. Esto se debe a que dependen de su dispositivo para obtener dicha información, expuso.
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Este fenómeno comenzó a notarse hace no muchos años en Corea del Sur, país que, según varios expertos, es uno de los más vanguardistas en cuanto a avances tecnológicos se refiere.
“El uso excesivo de los teléfonos inteligentes y de dispositivos de juego obstaculiza el desarrollo equilibrado del cerebro”, explicó Byun Gi-won, médico del Centro de Equilibrio Cerebral en Seúl, Corea del Sur.
“Algunos usuarios son propensos a desarrollar el lado izquierdo de su cerebro más que el derecho, dejando este último sin explotar o poco desarrollado”, agregó el especialista y explicó que el lado derecho del cerebro está relacionado con la concentración, por lo que podría afectar a la atención y al desarrollo de la memoria, lo que supondría que un 15% de estos casos darían lugar a la aparición temprana de demencia.
Si consideras que tú, tus hijos o algún otro integrante de tu familia o amigos cercanos pasan demasiado tiempo frente a sus celulares u otros dispositivos, trata de averiguar la causa de este exceso. Si se debe a motivos que no son tan relevantes, trata de cambiar este hábito, tu salud mental te lo puede agradecer bastante.
