Cada año, muchas personas en nuestro país resultan seriamente afectadas, tanto en su salud como en lo material, debido a las inundaciones causadas por las fuertes lluvias, producto de la entrada de tormentas tropicales y huracanes. Incluso, se llegan a registrar muertes por electrocución, intoxicación por monóxido de carbono u otros accidentes cuando los residentes regresan a sus hogares inundados.

De acuerdo con la Sociedad Torácica Americana (ATS), en tales situaciones, la electricidad y el gas deben apagarse inmediatamente para evitar choques y fugas de gas.

Cualquier lodo y/o agua que haya entrado en tu casa, debes considerarlo como contaminado. Usa un equipo protector como máscaras, guantes y gafas hasta que finalices la limpieza.

Los materiales porosos sucios o saturados, tales como alfombras y muebles, deben ser desechados para evitar el moho y otro crecimiento microbiano.

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Los materiales sólidos se pueden limpiar con agua y detergente. Sé extremadamente cauteloso si usas lejía. Es importante que leas y sigas las etiquetas de los limpiadores domésticos y no los mezcles.

Las mujeres embarazadas, los niños pequeños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son particularmente susceptibles a las complicaciones infecciosas que pueden ocurrir en áreas inundadas, por lo cual deben permanecer lejos hasta que la limpieza haya sido completada.

El crecimiento de moho puede ser especialmente peligroso para las personas con enfermedades alérgicas o respiratorias preexistentes, según la ATS. Mantente al pendiente de tus seres queridos que las padezcan (también de ti si las tienes) y eviten el moho a toda costa.

Finalmente, es fundamental que las personas que desarrollen nuevos síntomas de salud durante la limpieza de inundaciones busquen atención médica lo antes posible.

 

Vía: Health Day News