Para mantener la seguridad de tu bebé, también es importante revisar su entorno, razón por la cual, su dormitorio es un espacio fundamental. La manera en que acomodas el mobiliario y el cuidado con el que realizas las actividades cotidianas, como cambiarle un pañal, son primordiales.
Aunque cada casa es diferente y tiene requerimientos distintos, existen algunas sugerencias básicas que te pueden ayudar a crear espacios seguros.
Debes tener todos los elementos necesarios junto al cambiador y al alcance de tu mano cuando cambies a tu bebé. Considera que para evitar caídas nunca debes dejarlo en este espacio sin supervisión y, preferiblemente, siempre debes estar deteniéndolo.
Asegúrate de usar protectores para las ventanas que impidan que pueda abrirlas y caer por alguna de ellas.
Utiliza cortinas o persianas sin cordones en toda tu casa. Si esto no es posible, asegúrate de que esas cuerdas estén amarradas a una altura considerable para que no pueda alcanzarlas y lastimarse.
Asimismo, para evitar cualquier problema, examina que no haya ningún tipo de lazo colgando en tu hogar, incluyendo juguetes o accesorios sobre la cuna y, de igual forma, mantén los cables de los monitores lejos de su alcance.
Recuerda que un bebé nunca debe dormir en una cama de adulto o en un sillón.
Su cuna debe tener un colchón firme y ceñido, así como sábanas ajustadas. Las barreras laterales de estas camitas no deben tener la posibilidad de bajarse, revisa que no tenga huecos en donde la ropa pueda atorarse, ni barrotes con una gran separación.
No dejes a su alcance y sin supervisión almohadas, colchas y juguetes de peluche. Este tipo de elementos pueden cubrir su cara y provocar un accidente.
Ajusta los tornillos, pernos y otras piezas de sujeción para evitar que la cuna se caiga. Es importante que uses únicamente las piezas provistas por el fabricante.
El mejor baúl para los juguetes es una caja sin tapa. Sin embargo, si la tiene, revisa que las bisagras mantengan la tapa abierta para evitar pellizcos. Procura que tenga orificios de aire en caso de que tu hijo quedara atrapado adentro.
Vía: American Academy of Pediatrics
