Se conoce como trastorno obsesivo compulsivo (TOC) a la enfermedad que hace que las personas tengan pensamientos no deseados, los cuales son denominados obsesiones.

Asimismo, este trastorno también provoca que las personas que lo padecen repitan ciertos comportamientos una y otra vez. Estos se conocen como compulsiones.

Si bien todas las personas tenemos hábitos y rutinas diarias -como cepillarnos los dientes por las mañanas o antes de ir a dormir-, cabe resaltar que para quienes padecen trastorno obsesivo compulsivo estos patrones de comportamiento se interponen en su vida diaria, afectando su calidad de vida.

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La mayoría de las personas con este trastorno están conscientes que sus obsesiones y compulsiones no tienen sentido, sin embargo, no pueden ignorarlas ni detenerlas sin ayuda.

Diferencia entre obsesiones y compulsiones

Las obsesiones son básicamente ideas, imágenes e impulsos que recorren la mente de una persona una y otra vez. Una persona con TOC no desea tener estos pensamientos y los encuentra inquietantes. Pero aún así, no puede controlarlos.

Por su parte, las compulsiones son una respuesta física a las obsesiones. Son la forma mediante la cual quienes padecen este trastorno intentan deshacerse de esos pensamientos.

Síntomas

Los síntomas, como tal, se reducen a las obsesiones y compulsiones, por lo que puede llegar a ser complicado detectar un caso de TOC, ya que en cada persona es distinto. No obstante existen algunas obsesiones comunes, entre las que se encuentran:

-Miedo a la suciedad o los gérmenes.

-Asco por los desechos o los fluidos corporales.

-Preocupación por el orden, la simetría (equilibrio) y la exactitud.

-Preocupación porque una tarea se ha hecho mal.

-Miedo a tener pensamientos malignos o pecaminosos.

-Pensar en ciertos sonidos, imágenes, palabras o números todo el tiempo.

-Necesidad de consuelo constante.

-Miedo de dañar a un familiar o amigo.

Por otro lado, algunas de las compulsiones más comunes son:

-Limpiar y acicalarse, como lavarse las manos, ducharse o cepillarse los dientes una y otra vez.

-Verificar constantemente cajones, seguros de las puertas y electrodomésticos para asegurarse de que estén cerrados, bloqueados o apagados.

-Repetir acciones, como entrar y salir por una puerta, sentarse y levantarse de una silla, o tocar ciertos objetos varias veces.

-Ordenar y organizar elementos de ciertas maneras.

-Contar hasta cierto número una y otra vez.

-Buscar constante consuelo y aprobación.

Solamente un profesional de la salud puede diagnosticas un caso de TOC, por lo que si se sospecha que un familiar o conocido lo padece lo más recomendable es acudir con un experto en salud mental.

 

Vía: Academia Americana de Médicos de Familia