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Los niveles de presión arterial son uno de los indicativos de salud a los que se les debe prestar particular atención durante el embarazo, ya que unos niveles altos se asocian con posibles complicaciones.

Un reciente estudio estadounidense encontró que presentar una presión arterial incluso ligeramente elevada a principios del embarazo podría ser una mala señal.

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La investigación, realizada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos y publicada en la revista especializada American Journal of Obstetrics and Gynecology, llegó a la conclusión de que incluso un pequeño aumento en la presión arterial en el primer trimestre podría significar unos mayores problemas en una etapa más avanzada del embarazo.

¿Cuáles son las posibles complicaciones?

Los problemas pueden incluir:

-Hipertensión gestacional, que se desarrolla después de la semana 20 del embarazo.

-Preeclampsia (hipertensión y presencia de proteína en la orina).

De acuerdo con los investigadores, ambas afecciones aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular en una madre embarazada, así como de mortinatos (fallecimiento de un bebé en el útero durante las últimas 20 semanas del embarazo), parto prematuro y bajo peso al nacer.

¿Cómo prevenir?

Algunas medidas que se pueden seguir para evitar la presión arterial elevada durante el embarazo son:

1. Conocer los niveles comunes de presión arterial para estar al tanto y evaluar cuánto se modifica durante el embarazo.

2. Controlar el consumo de sodio (la sal es una de las variables que aumenta la presión sanguínea).

3. Mantener un peso saludable (se recomienda seguir un plan de alimentación recetado por un especialista en salud, complementado por una rutina de actividad física).

4. Evitar situaciones de estrés.

5. Realizar controles médicos frecuentes.

 

Vía: Health Day News