Durante los últimos años hablar de carbohidratos se ha convertido en un tema de debate. Esto se debe a que un amplio sector de la población ha relacionado -injustamente, la mayoría de las veces- a los hidratos de carbono con algo negativo para la salud integral.

Sin embargo, se trata de una idea incompleta. Los carbohidratos en realidad son uno de los principales nutrientes dentro de una saludable alimentación. Estos ayudan a proporcionar energía al cuerpo. Lo que sucede es que existen unas opciones más saludables que otras.

En este contexto, actualmente es común encontrar a los carbohidratos como el principal eje de las dietas: consumir una dieta rica en hidratos de carbono tiene tales riesgos, consumir una dieta baja en carbohidratos aporta tales beneficios, etc.

Conoce más: 5 nutrientes esenciales para adultos mayores de 50 años

No obstante, los hallazgos médicos -que son los que realmente importan- han encontrado que lo más ideal para la salud integral no es consumir demasiados carbohidratos, pero tampoco lo es consumir muy pocos. Lo realmente saludable es consumirlos de forma moderada.

Ni demasiados, ni muy pocos

Un reciente estudio estadounidense llegó a la conclusión de que el consumo moderado de hidratos de carbono (del 50 al 55% de la ingesta calórica diaria) se asoció con un riesgo más bajo de muerte prematura.

“Este trabajo provee el estudio más completo de la ingesta de carbohidratos realizado hasta la fecha, y nos ayuda a comprender mejor la relación entre los componentes específicos de la dieta y la salud a largo plazo”, compartió el doctor Scott Solomon, autor principal del estudio e investigador del Hospital Brigham and Women’s y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos.

Solomon y su equipo encontraron que, a partir de los 50 años de edad, las personas que comían una dieta con carbohidratos moderados vivirían en promedio 33 años más, 4 años más que los que tenían un consumo muy bajo de carbohidratos y 1 año más que los que tenían un consumo alto de estos nutrientes.

Cuidar la calidad, la clave

De acuerdo con los expertos, no todas las dietas bajas en carbohidratos son igual de saludables. Comer más proteínas y grasas de origen animal de alimentos como la res, el cordero, el cerdo, el pollo y el queso, en lugar de hidratos de carbono se asoció con un riesgo más alto de muerte temprana. Mientras que comer más proteínas y grasas de origen vegetal de alimentos como las verduras, las legumbres y los frutos secos redujo el riesgo.

“Nuestros datos sugieren que las dietas bajas en carbohidratos basadas en alimentos de origen animal, que son prevalentes en Norteamérica, podrían estar asociadas con una esperanza de vida general más baja y se deben desaconsejar. En vez de eso, si uno elige seguir una dieta baja en carbohidratos, entonces cambiarlos por más grasas y proteínas de origen vegetal podría en realidad fomentar un envejecimiento saludable a largo plazo”, indicó la doctora Sara Seidelmann, cardióloga en el Hospital Brigham and Women’s.

 

Vía: Health Day News