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¿Sabías que si eres menor de 65 años y padeces obesidad, la COVID-19 representa un peligro especial para ti? Así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, el cual indica que cuanto más obesidad padezca una persona, más probabilidades tendrá de morir si es infectada con el nuevo coronavirus o de requerir ventilación mecánica para sobrevivir a la infección.

Los investigadores hallaron que los pacientes con COVID-19 que tenían obesidad mórbida, mostraron un 60% más de probabilidades de morir o de requerir intubación, en comparación con las personas de peso normal.

Según la investigación, los pacientes con obesidad leve tuvieron un 10% más de probabilidades de morir o de necesitar un respirador, mientras que aquellos con obesidad moderada tuvieron un 30% más de probabilidades.

«El aumento de la obesidad se asoció con un mayor riesgo de insuficiencia pulmonar o muerte en quienes tenían COVID-19», comentó la doctora e investigadora principal Michaela Anderson, neumóloga del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, en Nueva York (Estados Unidos).

Pero la obesidad solo representa un riesgo para las personas menores de 65 años, subrayaron los investigadores.

Anderson resaltó que probablemente se deba a que las personas mayores están más enfermas, son más frágiles y tienen más probabilidades de desarrollar insuficiencia respiratoria por la COVID-19 debido a problemas de salud no relacionados con su peso.

La especialista y sus colegas revisaron los registros médicos de casi 2,500 pacientes hospitalizados por COVID-19 entre marzo y abril en el citado centro médico. De esta forma, observaron el índice de masa corporal (IMC), que se basa en la altura y el peso. La obesidad comienza con un IMC de 30; y la obesidad mórbida con un IMC de 40 o más.

«Al comienzo de la pandemia en Nueva York, notamos que había muchas personas jóvenes con obesidad que requerían ser intubadas para poder respirar. Esperamos averiguar si el peso o el índice de masa corporal u obesidad se asociaron con la probabilidad de desarrollar insuficiencia pulmonar si se adquirió COVID».

Alrededor del 25% de los pacientes fallecieron y el 22% requirió ventilación mecánica. En promedio, fueron hospitalizados durante una semana, mencionaron los investigadores.

Al observar el IMC, los expertos descubrieron que el exceso de peso aumentaba el riesgo de que los pacientes desarrollaran COVID-19 grave, pero solo si eran jóvenes o de mediana edad.

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Anderson destacó que existen varias razones por las cuales la obesidad podría empeorar los síntomas de COVID-19, comenzando con una mecánica corporal simple.

«Si tienes una barriga grande y obesa, esto puede empujar tus pulmones y hacer que a tus pulmones les cueste más trabajo expandirse», puntualizó Anderson.

«El tejido adiposo también produce productos bioquímicos que se sabe promueven la inflamación y la coagulación de la sangre, dos factores relacionados con agravar la infección por COVID-19″, agregó.

«Dicho tejido no solo se acumula ahí y almacena grasa. También hace muchas otras cosas que pueden influir en tu salud», advirtió.

También podría ser que otras enfermedades asociadas con la obesidad, como la diabetes o la presión arterial alta, contribuyan al impacto de la COVID-19 en el cuerpo, precisó el doctor Aaron Glatt, jefe de enfermedades infecciosas en Mount Sinai South Nassau en Hewlett, Nueva York.

El médico refirió que este estudio confirma lo que los expertos ya sospechaban. «Claramente, cada estudio ha demostrado que la obesidad contribuye a que las personas con COVID-19 desarrollen cuadros más graves, tengan más intubaciones e incluso mueran», dijo Glatt, quien no formó parte de la nueva investigación.

Con base en la evidencia, las personas con obesidad deberían practicar más el distanciamiento social y otros métodos para protegerse contra la infección, dijo Anderson.

«Es importante que los médicos y los pacientes piensen realmente cuánto tiempo deberían prolongar el distanciamiento social, y si deberían continuar tratando de evitar el contacto hasta que la pandemia esté bajo un mejor control. Las personas que son jóvenes y tienen obesidad pueden considerar el distanciamiento social prolongado y minimizar los riesgos por un poco más de tiempo que las personas que no son obesas», aconsejó Anderson.

Glatt también estuvo de acuerdo en esto.

«Toda persona debe intentar minimizar su exposición al COVID, independientemente de si tiene obesidad o no, y de si tiene factores de riesgo o no.Cuantos más factores de riesgo tenga, más aversión al riesgo debería ser», finalizó Glatt.

 

Vía: Health Day News